La azarosa vida de la madre de José Luis Coll: casi 40 años sin ver a sus hijos

Cuenca

Angustias García Usón soñaba con una España igualitaria según los ideales de la Segunda República. Pero el golpe del 36 troncó sus aspiraciones, como las de miles de españoles, y desbarató su vida llevándola a vivir exiliada en Argentina, lejos de sus hijos mayores de su primer matrimonio, Mario y José Luis Coll, el que después adquirió gran fama como humorista y escritor. Animada por su familia, al final de su vida, relató su vida en el libro Años para NO olvidar (Madrid, Qurtuba Editores, 2024).

Angustias García Usón nació en Cuenca en 1909 en una familia conservadora y católica. Se casó joven con Mario Coll, un catalán ateo cuya influencia fue clave para su evolución ideológica. Él la introdujo en círculos culturales. Pero falleció de forma repentina y demasiado pronto. Angustias regresó a Cuenca con sus hijos Mario y José Luis Coll y trabajó como maestra en Carrascosa del Campo. Allí, el contacto con obreros y campesinos influyó en su pensamiento.

La guerra civil

Durante la Guerra Civil, Angustias estaba en Segovia, bajo control franquista, mientras su familia permanecía en Cuenca, del lado republicano. A pesar de las amenazas, logró escapar a Francia y, más tarde, regresar a Cuenca. Trabajó para el Gobierno republicano como directora de colonias infantiles. En Cataluña, conoció al brigadista argentino Salomón Helbert, con quien se casó.

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El exilio

Al final de la guerra, cruzó la frontera francesa y, tras dar a luz a su hija María Teresa, embarcó hacia Argentina, donde se reunió con su marido. Allí tuvo otro hijo, Carlos. Aunque mantuvo contacto con sus hijos mayores en España, no los vio hasta el final de la dictadura, cuando regresó brevemente, primero en 1973 y después en 1977 y recuperó su puesto de maestra durante tres años antes de jubilarse.

El libro

Tras la muerte de su marido Salomón, fue su hija María Teresa la que animó a Angustias a dejar por escrito estos capítulos de su vida, para que toda su familia supiera por lo que había pasado. El relato quedó conformado antes de su muerte acaecida en 2005.

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Y el libro ya es una realidad. Se llama Años para NO olvidar y ha sido editado por el sello de su sobrino Pablo Schmilovich, Qurtuba, “porque su interés sobrepasa el de la simple memoria familiar, para convertirse en una aventura única, aunque similar, probablemente, a la de las decenas de miles de exiliados”, como nos ha contado en una entrevista en Hoy por Hoy Cuenca.

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Cerca de 40 años sin ver a sus hijos

“Ese el punto fundamental que motivó a Angustias durante toda su vida, ver a sus hijos mayores”, relata Schmilovich. “En Argentina todos sabíamos que tenía dos hijos en España a los que no podía ver. Era una mujer muy fuerte, no mostraba debilidades, pero cuando la conocí mejor al llegar a España y pasar muchos ratos con ella, me di cuenta de que eso era lo más importante de su vida y su mayor frustración. Les mandaba cartas y dinero constantemente”.

Los inicios artísticos de José Luis Coll en Cuenca

El éxito de Coll

Mientras su madre vivía el exilio en Argentina, en España su hijo José Luis Coll ascendía en el éxito radiofónico y televisivo con el dúo humorístico Tip y Coll que formó durante décadas con Luis Sánchez Polack. “Estaba muy orgullosa”, dice su sobrino, “tanto del mayor, Mario, que trabajaba en la FAO en Austria, como de José Luis”.

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Memoria histórica

“Hasta la publicación del libro muy poca gente conocía la historia de Angustias”, dice Schmilovich. “Más allá de la posición política de cada uno, ella fue una persona que asumió papeles importantísimos, fue directora de las Colonias Infantiles que cuidaban a los niños cuando las mujeres hacían las tareas del campo al estar los hombres en la guerra, incluyó la excelencia en la Educación, los niños tenía que formarse para el futuro. Quienes lean el libro se darán cuenta de que Angustias representa a muchas personas que durante la guerra hicieron cosas maravillosas y muy valientes, pero que están ocultas por los grandes nombres. La memoria histórica se hace con pequeñas historias como la de Angustias”.

Angustias y Cuenca

“Angustias tenía en Cuenca a sus hermanas y sus cuñados”, nos cuenta Pablo. “Mucha de su familia sigue viviendo en la ciudad y nos acompañaron en la presentación del libro el pasado mes de abril”.