Tiempo de setas

Es tiempo de setas

Toledo

Toledo. Estamos ya en pleno otoño y comenzarán las lluvias tan ansiadas para rellenar nuestros acuíferos. En esta época y con un poco de calor, comienzan a aparecer las setas por nuestros bosques. Es tiempo de ir a buscar setas, pero siempre bajo unas normas estrictas para recolectarlas y ser respetuosos con el medio ambiente.

Las setas son la parte exterior de los hongos que viven bajo tierra o dentro de la materia orgánica en descomposición. Los hongos son una larga red de filamentos de células (hifas) dispuestas como si fueran vagones de trenes por el cual se pasan los minerales de una a otra célula. El conjunto de hifas forma el micelio, que sería el organismo (hongo). Los hongos ni son plantas (no fotosintetizan) ni animales (porque no son capaces de comer) y de hecho son uno de los cinco reinos en que agrupamos a los seres vivos. Hay muchos tipos de hongos, desde las levaduras o los mohos, hasta las setas que son el órgano reproductor de los hongos que están enterrados (de ahí que haya que cortarlas del suelo y no arrancarlas del suelo). Las setas son las gónadas de los hongos que producen las esporas que al dispersarse por el viento o animales dará lugar a nuevas setas. Los hongos viven bajo tierra y algunos tienen la peculiaridad de estar asociados a las raíces de las plantas a través de lo que se llama micorriza, de tal forma que la planta da azucares al hongo y éste le lleva minerales de zonas muy alejadas.

Lo que seguro que no sabemos es que el organismo más grande que hay en la Tierra, no es la ballena o el elefante, es un hongo (Armillaria ostoyae) que vive en Oregón (USA) que ocupa un espacio de unas 965 hectáreas (equivalente a 1665 campos de fútbol) o casi 10 kilómetros cuadrados de suelo. Estos hongos llegan a conectarse con bastantes árboles a través de sus raíces. Es decir, en el suelo bajo la seta es donde se encuentra el organismo que nos da ese manjar para muchos, debemos tener cuidado a la hora de recolectarlo: no remover el suelo bajo la seta y favorecer la caída de esporas utilizando cestos de mimbre para transportarlas.

Una especie, un espacio

El sonido de esta semana corresponde a la Grulla común (Grus grus) que deberíamos escuchar por estas fechas en nuestros cielos. Estas aves invernan en la península Ibérica y llegan en oleadas de llamativos bandos en forma de V. Sin embargo, este año aún no las hemos escuchado porque las condiciones en el Norte de Europa han hecho que hayan alargado su estancia en estas latitudes. La entrada de las borrascas por el Atlántico ha retrasado su llegada y es algo inusual. A mediados de este mes seguro que escucharéis este sonido por nuestros cielos, ya que son más de 200.000 grullas las que pasarán el invierno en la parte occidental de la península. La Comunidad de Castilla La Mancha, tras Extremadura, es la segunda Comunidad Autónoma elegida por estos “Nómadas del viento” para pasar el invierno. El año pasado fueron unas 38.000 grullas. Podemos visitar el Valle de Alcudia o los Parques Nacionales de Cabañeros o las Tablas de Daimiel para poderlas observar.