Las iglesias barrocas de Cuenca y la olvidada figura de fray Vicente Sebila

Cuenca

La historiadora de arte Ana María Cristina López de Atalaya Albaladejo está a punto de publicar una investigación sobre la figura de fray Vicente Sebila y el periodo en el que fue maestro de obra en la diócesis de Cuenca (1738-1759). Buena conocedora del arte religioso del barroco conquense, hemos charlado con ella en Hoy por Hoy Cuenca.

Además, el próximo 10 de diciembre ofrecerá una conferencia titulada Fray Vicente Sebila. Un fraile arquitecto a las órdenes del obispo de Cuenca José Florez Osorio a las 20.00 h en la sede de la Real Academia Conquense de Artes y Letras.

Historiadora y profesora

Conquense con raíces en el pueblo de Huerta de la Obispalía, Ana María Cristina López de Atalaya, creció en Madrid donde se formó como Historiadora y profesora de Geografía e Historia, profesión que ha ejercido durante 33 años en institutos de educación secundaria en la provincia de Valencia y en el centro asociado de la UNED en Gandía.

Obtuvo el título de Doctora en Historia del Arte con una tesis sobre la iconografía religiosa de la diócesis de Cuenca en los siglos XVII y XVIII. Por entonces recorrió las iglesias del antiguo Obispado haciendo fotografías y documentado el arte religioso. Una tesis premiada en su día por la Diputación de Cuenca pero pendiente de publicar.

Experta en el barroco de Cuenca, tiene en imprenta un libro sobre el arquitecto fray Vicente de Sebila, maestro mayor de obras del obispo Pérez Osorio que relata veinte años de historia de la arquitectura en lo que hoy es la provincia de Cuenca.

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Ya jubilada, esta profesora vive a caballo entre Cuenca y Valencia y sigue trabajando, investigando. Lo próximo será la publicación de un estudio sobre los maestros de obra y arquitectos de Iniesta en el siglo XVIII.

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El barroco de Cuenca

La diócesis de Cuenca era un territorio económicamente deprimido y costaba mucho construir, reconstruir y mantener los edificios religiosos”, destaca esta historiadora. “Había muchísimos. Había que repartir el dinero de las cosechas con los maestros de obra y con los propietarios de las tierras. Eso hacía que el dinero se gastase en lo imprescindible y mucho menos en los temas ornamentales que en otras partes del país sí podían permitírselo”.

Muchas de las iglesias actuales de la provincia de Cuenca son de estilo barroco, pero a lo largo de los siglos XVII y XVIII “se construyeron muy pocos templos nuevos, la mayoría se reedificaron”, matiza López de Atalaya. “Se caía una torre y se reconstruía. O se añadía una sacristía. Si la iglesia tenía dinero tal vez se ampliaba, se añadía una nave, un tramo más de bóveda a los pies o se remodelaba la cabecera”.

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Simbología

“En el arte barroco de Cuenca hay una continuidad en la representación del obispo San Julián, patrono de la diócesis”, destaca esta historiadora. “Aparecen constantemente tres temas: el milagro del nacimiento, el de las borriquillas y su contacto místico con la Virgen. Sí se han conservado otras iconografías muy interesantes como el fraile de La Alberca de Záncara que fue a Jerusalén y vino con una cruz o la monja carmelita de Villanueva de la Jara de la que se conservan partes del cuerpo y que se venera con devoción en la comarca”.

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Fray Vicente Sebila

“Vicente Sebila era arquitecto con carrera asentada en Murcia pero entabló amistad con José Florez Osorio cuando era obispo de Orihuela y fue él quien se lo trajo como arquitecto a Cuenca en 1738”, apunta López de Atalaya. “En los veinte años siguientes hace la reconstrucción de iglesias que la historiografía tradicional ha considerado obra de José Martín de Aldehuela y que, en realidad, ambos arquitectos no llegaron a coincidir. Al morir el obispo Florez Osorio en 1759, Sebila se va de Cuenca. Yo no he encontrado ningún documento que diga que los dos estuvieran a la vez en una obra”.

“Fray Vicente Sebila ha sido borrado de la historia de Cuenca, me ha costado muchísimo localizarle, pero lo he encontrado trabajando por todas las iglesias del obispado que entonces se extendía a tierras de Albacete y Guadalajara. Por ejemplo, hace la Casa Tercia de Pareja. En Cuenca trabajó en la construcción de iglesias de nueva planta como la de Navalón, Aliaguilla, Olmedilla de Alarcón, Pozoseco y Valverdejo”.