Fray Hernando de Talavera y la moda

Talavera de la Reina

Fray Hernando de Talavera -nuestro sapientísimo paisano- hombre de iglesia, estado y letras, confesor y asesor de la reina Isabel, la Católica, primer arzobispo de Granada, personaje esencial en el proceso de transición de la España Medieval a la España Moderna, también sacó tiempo entre sus muchos quehaceres para meterse en el proceloso mundo de la moda y de la restauración.

No es de extrañar si hacemos caso a Antolínez de Burgos, que lo describe como “muy aseado en su persona” y si observamos el retrato que le hizo el pintor Juan de Valdés Leal, donde aparece muy elegante. El tema le debía poner. Y digo que se metió en el proceloso mundo de la moda y de la restauración porque escribe sobre el asunto un librito titulado: “Tratado contra la demasía en vestir y calzar, comer y beber”. Que es sin duda uno de los mejores inventarios que tenemos de los elementos del vestido, del calzado y del buen yantar de finales del siglo XV.

En realidad, el librito lo escribe en 1477, cuando aún era prior del Monasterio de Santa María de Prado en Valladolid, aunque no se publica hasta 1496. El motivo es el revuelo que levanta en la ciudad de Valladolid la edición de un decreto de excomunión por parte del obispado para los varones que utilicen camisones con cabezones labrados (“como camisas de mujeres costosamente labradas”) y para las mujeres que vistiesen gorguera (adorno en el cuello de gasa muy fina que transparentaba las formas y el color de la piel) y a las que se ensanchasen las caderas con artilugios y a los sastres que los hiciesen. A Fray Hernando le piden opinión los intelectuales y hombres letrados de la ciudad, como ciudadano de buen parecer y entender, y él la pone por escrito criticando los excesos, los lujos y la voluptuosidad.