'San Fermín a fuego lento', el nuevo proyecto de cocina de quinta gama con alma de Cuenca

Cuenca

Con el apoyo del programa Integra 4.0 de la Diputación de Cuenca, el emprendedor conquense Juan José Campillo García ultima los preparativos para lanzar este verano San Fermín a Fuego Lento, un proyecto de cocina de quinta gama que ofrecerá platos elaborados listos para regenerar, es decir, calentar y servir, tanto a particulares como al sector hostelero.

Campillo, cocinero de larga trayectoria ligado al restaurante familiar San Fermín, en Cervera del Llano (Cuenca), ha convertido una necesidad detectada en el día a día de su cocina, “la falta de personal”, dice, en una oportunidad de negocio.

“La chispa salta en el problema diario que tienen los restaurantes. Solo tienes que darte una vuelta por las calles de Cuenca y ves que se necesita personal. Con productos de quinta gama de calidad podemos ayudar a paliar ese problema”, según ha contado en una entrevista en Hoy por Hoy Cuenca.

Cocina tradicional

La propuesta se centra en platos cocinados de forma tradicional con productos frescos y de proximidad. “Defiendo un producto elaborado con mucho cuidado, con ingredientes frescos, nada de congelados”, apunta Campillo.

Para ello, su empresa contará con cordero lechal manchego de denominación de origen procedente de su propia ganadería y verduras de agricultores locales. “Queremos dar valor al gran producto que tenemos en esta zona”, subraya.

La cocina tradicional que aprendió junto a su madre, Paquita, marcará la base del proyecto. “Ella me enseñó lo más importante que debe tener una cocina: cariño y paciencia. Esta empresa es un homenaje a mis padres, a su trabajo duro durante más de 40 años. Por eso el nombre”, cuenta emocionado.

El proyecto

El proyecto ya tiene sede: una nave de 500 metros cuadrados en el polígono SEPES de Cuenca, actualmente en fase de obra. La empresa empezará con tres empleados y espera crecer hasta los 15, incorporando a personas con discapacidad en su plantilla. “Estamos haciendo todo sin barreras arquitectónicas para facilitar la integración laboral”, detalla.

Uno de los pilares del proyecto será la elaboración de menús semanales para particulares. “Tendremos una sección específica en la web donde colgaremos cada lunes los menús disponibles. El cliente podrá elegir sus platos y recibirlos cada viernes en casa mediante paquetería fría”, explica. Además, el equipo contará con una nutricionista que asesorará sobre menús personalizados adaptados a necesidades alimentarias específicas o metas concretas, como preparar una maratón.

Apoyo de la Diputación

La ayuda de 100.000 euros recibida a través del concurso Integra 4.0 de la Diputación Provincial ha sido, según Campillo, decisiva. “Si no llega a ser por esa ayuda, probablemente no estaríamos tan avanzados. Este tipo de concursos te obligan a estructurar tus ideas, hacer un plan de negocio, defenderlo ante expertos... Te das cuenta de que no estás tan loco como pensabas y que hay un proyecto real detrás”, comenta entre risas.

Sobre las expectativas de crecimiento, Campillo prefiere ir paso a paso: “No queremos abarcar más de lo que podamos. Queremos hacer las cosas bien, que el cliente esté contento, y que ese boca a boca nos haga crecer”.

Aunque reconoce que en grandes ciudades como Madrid o Valencia ya hay empresas consolidadas en el sector, cree que hay espacio para iniciativas como la suya en zonas como Cuenca. “Cada vez se ve más producto de quinta gama entre los proveedores. No es un producto peor, al contrario: si tiene calidad y el restaurante sabe darle su toque, puede marcar la diferencia”, asegura.

A pocos meses de que San Fermín a Fuego Lento empiece a operar, Campillo se muestra ilusionado: “Estamos casi a punto de salir del horno. Literalmente. Y con muchas ganas de cocinar, esta vez, para toda la provincia”.