Una exposición rescata la memoria de los niños abandonados en Cuenca entre los siglos XVII y XIX

Cuenca

“Memoria escrita de la infancia abandonada en Cuenca durante los siglos XVII al XIX", es el título de una curiosa exposición que se muestra en el salón de actos de la Diputación de Cuenca y que, a través de fondos propios de su archivo, explica cómo se producían los abandonos de niños y qué se hacía con ellos.

En Cuenca la Fundación de los niños Expósito San Julián comenzó a hacerse cargo de los niños abandonados en 1836, en la Beneficiencia, conocida como la Bene. Hasta esta fecha, era la Iglesia quien se encargaba de la asistencia benéfica y se hacía cargo de los niños que aparecían en algunas puertas o en plena calle.

Ampliar

Cerrar

Hijos de familias pobres que no podían atenderlos, hijos ilegítimos nacidos fuera del matrimonio o bastardos de gente rica acababan siendo abandonados. La exposición muestra registros de muchos de ellos e incluso las notas que portaban algunos bebés abandonados. En la Bene después algunos eran adoptados, u aporijados como se decía entonces, y otros muchos crecían allí donde recibían educación y salían con un oficio o con estudios para poder buscarse la vida de adultos. Marisa González es la archivera de la Diputación.

La exposición pretende hacer un homenaje a los niños expósitos y a sus madres que vieron el abandono como la única posibilidad de salir adelante. El fenómeno era tan habitual que incluso las instituciones de acogida tenían un torno para que las madres pudieran dejar allí a los niños.

El diputado responsable del Archivo, Diego Yuste, ha valorado el trabajo de los trabajadores y ha señalado que se trata de un espacio abierto para todos los investigadores.