Talavera apuesta por la igualdad en el oficio del alicatado con el programa Ella Construye

Talavera de la Reina

Arranca en Talavera el curso de alicatado de Ella Construye. Se trata de unos talleres prácticos, de diez días de duración, con los que se espera lograr la inclusión de la mujer en un sector históricamente masculino como el del alicatado.

Un curso que arranca con 90 mujeres apuntadas, que se dividirán en grupos para facilitar el aprendizaje. Bajo la tutela de la empresa social Ella Construye, recibirán nociones básicas del oficio, que servirán para abrir puertas en el mercado laboral.

Laura Baquero, fundadora de la empresa y arquitecta, ha asegurado en declaraciones a la SER que se trata de una oportunidad real de encontrar empleo. "En cada curso salen aproximadamente un 20% de mujeres que consiguen trabajo", afirma Baquero. Además, explica que algunas de ellas "forman sinergias y acaban trabajando en proyectos juntas".

La fundadora ha señalado que, además de la parte formativa, es fundamental la toma de contacto que llevarán a cabo con las empresas locales, que servirá para que "los empresarios las conozcan, las vean trabajar, vean que son capaces". Baquero ha adelantado que se ampliarán los cursos a otros oficios de este mismo sector.

Todo ello tendrá lugar en el Centro de la Mujer de Talavera, con la colaboración del Ayuntamiento, a través de la concejalía de Asuntos Sociales. La edil, Pepa Blázquez, ha estado presente en la inauguración, y ha hecho hincapié en la importancia de la formación para poder lograr la emancipación de la mujer.

Por su parte, la líder del Grupo Municipal Socialista, Tita García Élez, se ha enorgullecido de los avances en materia de igualdad que se están llevando a cabo en la ciudad de la cerámica. Se ha dirigido a las mujeres participantes para desearles suerte en el futuro y mostrarles su apoyo.

Más de 90 mujeres inscritas

Además de la oportunidad laboral, Ella Construye busca empoderar a la mujer. En la SER hemos hablado con varias de las alumnas del curso, como Josseling Gutiérrez, que cuenta con una formación previa de seis meses en albañilería. Josseling ha mandado un mensaje positivo: "somos mujeres, podemos hacerlo". Afirma que espera ver el trabajo acabado para poder decir "eso lo hice yo, yo también lo puedo hacer y quiero construir".

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Otra de las alumnas, Andrea Rocca, se inscribió al curso inspirada por su padre, que es albañil. "Son trabajos que no deberían estar tachados para hombres", sentencia, "porque nosotras también podemos desempeñar este tipo de trabajos, con perseverancia y disciplina".

La tercera alumna, Alicia Paz, se enfoca en las oportunidades de trabajo que espera recibir a través del aprendizaje. Un curso, describe, dedicado especialmente a las mujeres, que tiene en cuenta su situación y necesidades.