El Camino Natural del Guadazaón, un tesoro verde entre Beamud y Cardenete
Ruta por un recorrido de 90 kilómetros entre parajes de espectacular belleza y pueblos con una historia milenaria
El Camino Natural del Guadazaón, un tesoro verde entre Beamud y Cardenete
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Cuenca
Por las tierras altas y escarpadas de la Serranía de Cuenca discurre uno de los senderos más singulares de la provincia: el Camino Natural del Guadazaón. Se trata de un recorrido de 90 kilómetros que parte de Beamud y finaliza más allá de Cardenete, atravesando parajes de espectacular belleza, aldeas con historia milenaria y un patrimonio natural que lo convierte en un auténtico corredor verde.
Francisco Javier Rodríguez Laguía, presidente de la Asociación Cultural CuenCANP, nos guía en este viaje que es mucho más que una ruta de senderismo, en el espacio Caminos, naturaleza y patrimonio que emitimos los miércoles en Hoy por Hoy Cuenca.
“Forma parte de la Red Integral de Caminos del Agua de Castilla-La Mancha, un proyecto que hemos desarrollado con mucho esfuerzo y que ya ha sido reconocido en diversas ocasiones”, destaca. El Camino Natural del Guadazaón se conecta además con el del Cabriel, formando entre ambos un trazado de 270 kilómetros de naturaleza virgen.
Beamud
El punto de partida es el área recreativa del Puente de los Pastores, en las afueras de Beamud, un pequeño pueblo serrano que cuida su entorno con esmero.
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“Allí puedes leer letreros como ‘El agua es vida, cuídala’ o ‘Cuando conservas el agua, conservas la vida’. Toda una declaración de principios”, destaca Rodríguez Laguía.
El topónimo Guadazaón, de origen musulmán, significa “río de las fuentes”, y su nacimiento se sitúa en la fuente de Cereceda, a 1.500 metros de altitud, en pleno Parque Natural de la Serranía de Cuenca, declarado como tal en 2007 por su valor ecológico.
Nacimiento del río Guadazaón en la fuente Cereceda.
Nacimiento del río Guadazaón en la fuente Cereceda.
Valdemoro de la Sierra
El camino nos lleva hacia Valdemoro de la Sierra por una tranquila pista rural, ideal para caminantes y ciclistas. A lo largo del trayecto, el viajero se encuentra con fuentes, cañadas reales y elementos del patrimonio etnográfico como la Balsa de Valdemoro, una cascada espectacular convertida en área de recreo.
“Desde allí seguimos por antiguos caminos junto a canales que abastecían molinos, como el de la Herrería, aunque en ocasiones la maleza y el cauce del río obligan a tomar desvíos por carretera”, explica Rodríguez Laguía.
Cascada de la Balsa de Valdemoro.
Cascada de la Balsa de Valdemoro.
Cañada del Hoyo
Uno de los puntos más interesantes se encuentra en el kilómetro 10, donde se localiza un asentamiento de la Edad del Bronce, conocido como Los Casares. Poco después se alcanza Cañada del Hoyo, “el pueblo de las lagunas, con castillo, surgido en una hondonada como paso de ganado”, relata Rodríguez Laguía, citando al historiador Miguel Romero Saiz.
Laguna de La Gitana, en Cañada del Hoyo (Cuenca), con el color del agua blanquecino en los días más calurosos del verano. / Fernando Carreras (EcoExperience.es)
Laguna de La Gitana, en Cañada del Hoyo (Cuenca), con el color del agua blanquecino en los días más calurosos del verano. / Fernando Carreras (EcoExperience.es)
Carboneras y Reíllo
El río Guadazaón, encajonado entre sierras y páramos, obliga a tomar desvíos frecuentes, pero también regala paisajes de ensueño. Tras cruzar Carboneras de Guadazaón, el camino alcanza Reíllo, donde se recomienda hacer una merecida pausa.
Monteagudo de las Salinas
“Desde aquí, entramos en tramos más encajonados, como el que lleva hasta Monteagudo de las Salinas, un lugar con historia minera y vinculado al Camino de la Lana”, añade el presidente de CuenCANP. El recorrido prosigue por parajes de gran valor geológico, como los estratos jurásicos del kilómetro 23 o las dolomías del arroyo del Cañizar.
Puente sobre el Guadazaón en Monteagudo de las Salinas.
Puente sobre el Guadazaón en Monteagudo de las Salinas.
Yémeda
Yémeda, con su antiguo balneario, marca uno de los últimos hitos del camino antes de llegar a Cardenete. “Intentamos seguir junto al río, pero la vegetación y las fincas privadas lo impiden, así que conectamos con el Camino Natural del Cabriel”, cuenta Rodríguez Laguía.
Lavadero de Cardenete.
Lavadero de Cardenete.
Cardenete
Cardenete, destino final de esta ruta, es “un paraíso natural” según José Luis Muñoz en su libro Tierras de Cuenca, con una iglesia del siglo XVI y un órgano barroco que acoge conciertos. “Este es un camino que no solo invita a caminar, sino a descubrir y a conservar. Es una muestra del patrimonio que aún tenemos por redescubrir en Cuenca”, concluye Rodríguez Laguía.
Toda la información sobre el trazado, mapas, imágenes y variantes puede consultarse en la web guadazaon.caminosdeagua.es, donde la Asociación Cultural CuenCANP sigue difundiendo este legado natural y cultural con pasión y compromiso.
Paco Auñón
Director y presentador del programa Hoy por Hoy Cuenca. Periodista y locutor conquense que ha desarrollado...
