Turismo, vino y cocina con raíces: el efecto de las ayudas europeas en Cuenca
El impulso europeo al emprendimiento rural: cuatro historias con sello de ADIMAN, el grupo de acción local de la Manchuela

Turismo, vino y cocina con raíces: el efecto de las ayudas europeas en Cuenca
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Cuenca
Las ayudas europeas canalizadas a través de programas como LEADER o FEDER han supuesto una revolución silenciosa en las zonas rurales de la provincia de Cuenca desde los años 90.
Fondos que, gestionados por grupos de acción local como ADIMAN (Asociación para el Desarrollo Integral de la Manchuela conquense), se convierten en herramientas efectivas para combatir la despoblación, fomentar el emprendimiento y dinamizar la economía de los pequeños municipios.
En Hoy por Hoy Cuenca, a través de las voces de Miguel Ángel Moraga (gerente de ADIMAN), Juan Carlos López (La Manchuela Gastrobar), Javier Agraz (Hotel Hierba Luisa) y Daniel Sevilla (Bodega Las Calzadas), conocemos cómo se materializa esta transformación en el corazón de la provincia de Cuenca.

Alarcón (Cuenca) en la actualidad. / Fernando Carreras (ecoexperience.es)

Alarcón (Cuenca) en la actualidad. / Fernando Carreras (ecoexperience.es)
ADIMAN
Miguel Ángel Moraga, gerente de ADIMAN, conoce bien el alcance de los fondos europeos en el medio rural. La asociación ha sido clave en la aplicación del programa LEADER desde 1994, un instrumento europeo que, junto a la cofinanciación del Estado y la Junta de Castilla-La Mancha, permite activar proyectos que nacen de las propias necesidades del territorio.
“Los grupos de acción local trabajamos sobre estrategias de desarrollo participativas. Analizamos con los actores locales cuáles son los cuellos de botella del territorio y también sus potencialidades”, explica Moraga. Gracias a ese enfoque, las ayudas llegan a empresas, autónomos, ayuntamientos o asociaciones que cumplen con las prioridades de la estrategia comarcal.
Interior del restaurante de Bodega Las Calzadas ubicado en un cubo de nueva construcción en Pozoamargo (Cuenca).
Interior del restaurante de Bodega Las Calzadas ubicado en un cubo de nueva construcción en Pozoamargo (Cuenca).
Los proyectos más comunes tienen que ver con la creación de nuevas empresas, mejora de establecimientos, industria agroalimentaria (especialmente si la inversión es inferior a 100.000 euros), servicios y turismo rural. “Cada vez hay más jóvenes que se lanzan a emprender en su comarca, lo cual es una señal muy positiva”, añade.
Las ayudas pueden alcanzar hasta el 65% de la inversión en casos privados, llegando incluso al 90% en el caso de asociaciones o administraciones locales. “La Ley de Despoblación de Castilla-La Mancha también ha ayudado a mejorar las cuantías, aportando un extra muy interesante”, subraya.
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Moraga destaca que la mayoría de los proyectos financiados sobreviven en el tiempo y que desde ADIMAN hacen un seguimiento riguroso. “Buscamos que no sólo se creen iniciativas, sino que perduren y generen impacto positivo. Además, muchas ayudas son complementarias, cubriendo nichos que no atienden otras administraciones”.
Entre los principales desafíos del grupo de acción local, Moraga identifica tres líneas estratégicas: lucha contra la despoblación, lucha contra el cambio climático y digitalización. En este último aspecto, ADIMAN prepara una novedosa iniciativa para acercar la inteligencia artificial a administraciones, empresas y asociaciones del entorno. “No queremos que la IA sea una brecha más, sino una herramienta útil y accesible para todos”.
La Manchuela Gastrobar
En Buenache de Alarcón, Juan Carlos López ha apostado por reinterpretar la cocina tradicional manchega con un toque moderno. Su proyecto, La Manchuela Gastrobar, es un claro ejemplo de cómo los fondos europeos pueden materializar sueños emprendedores en el mundo rural.
“Queríamos montar algo diferente, un bar de pueblo pero actualizado. Nuestra carta se basa en tapas típicas como el ajoarriero, morteruelo o el pisto, pero presentadas de forma creativa”, explica. Los fines de semana, además, ofrecen especialidades como croquetas de morteruelo o de huevo con chistorra, generando una experiencia gastronómica singular.
Cocinas de La Manchuela Gastrobar en Buenache de Alarcón (Cuenca).
Cocinas de La Manchuela Gastrobar en Buenache de Alarcón (Cuenca).
Para Juan Carlos, el papel de ADIMAN fue crucial: “Fueron quienes nos guiaron desde el principio. Sin su ayuda no habríamos podido arrancar. Nos informaron, asesoraron y gestionaron todo el proceso para acceder a las ayudas LEADER”.
El impacto va más allá del plano económico. Según relata, muchos vecinos agradecen que jóvenes como él apuesten por su tierra: “Nos dicen que negocios así dan vida al pueblo, que sin proyectos como este, los pueblos se mueren. Es emocionante escuchar eso. Te dan ganas de seguir luchando”.
Hotel Hierba Luisa
En el espectacular municipio de Alarcón, Javier Agraz ha convertido el Hotel Hierba Luisa en un referente del turismo de calidad. Un pequeño hotel boutique de seis habitaciones que destaca por su cuidada estética, atención al detalle y una filosofía basada en los sentidos.
“Cada habitación tiene nombre de una infusión: manzanilla, poleo, hierba luisa... Jugamos con los aromas, la decoración, la ropa de cama egipcia... Queremos que el cliente repita”, comenta Agraz. Los desayunos caseros y un servicio personalizado completan la propuesta.
Para poner en marcha este oasis rural, el apoyo de ADIMAN fue determinante. “Las ayudas LEADER nos permitieron dar el salto. El proceso fue ágil y nos sentimos acompañados. Gracias a ellos hemos podido competir con estándares altos, incluso comparándonos con el parador de la zona”.
El Hotel Hierba Luisa no solo ha generado empleo, sino que ha contribuido a posicionar Alarcón como destino de turismo sostenible. “Los fondos europeos bien gestionados hacen posible este tipo de proyectos, que transforman pueblos pequeños en lugares con identidad y atractivo”, subraya.
Una de las habitaciones del hotel Hierba Luisa de Alarcón (Cuenca),
Una de las habitaciones del hotel Hierba Luisa de Alarcón (Cuenca),
Bodega Las Calzadas
La historia de Bodega Las Calzadas, en Pozoamargo, es la de un regreso a las raíces. Daniel Sevilla, tras formarse como enólogo en La Rioja y en otros países, decidió volver al pueblo y apostar por el enoturismo como vía para innovar en el sector vitivinícola manchego.
“En Castilla-La Mancha hay mucho viñedo, pero muy pocas bodegas que apuesten por el enoturismo”, señala. Así nació Las Calzadas, una bodega familiar que combina la elaboración de vino con visitas, catas y ahora también con un restaurante muy especial: construido con la forma de un “cubo”, una construcción tradicional de piedra utilizada por los pastores.

A la izquierda, el cubo construido para el restaurante en Bodega Las Calzadas de Pozoamargo (Cuenca).

A la izquierda, el cubo construido para el restaurante en Bodega Las Calzadas de Pozoamargo (Cuenca).
“Uno de estos cubos no se construía desde hacía dos siglos. Piedra sobre piedra, lo hicimos nosotros, y ahora dentro hay un restaurante único, no solo en Cuenca sino en toda España”, explica con orgullo.
ADIMAN ha acompañado todo el proceso, desde la creación de la bodega hasta las mejoras del restaurante. “Ellos han sido el nexo entre las ayudas europeas y nuestro proyecto. Hacen que todo sea más sencillo, más cercano y más posible”.
Sevilla resume así el valor de estas ayudas: “Sin ellas, muchos de nosotros no podríamos haber hecho realidad nuestras ideas. Pero con apoyo, talento y raíces, el medio rural puede ser motor de innovación”.

Paco Auñón
Director y presentador del programa Hoy por Hoy Cuenca. Periodista y locutor conquense que ha desarrollado...




