“Tu trasero no es el rey”: normas para bañarse en el río en un pueblo de Cuenca

Cuenca

En el pequeño pueblo de Palomera, en la provincia de Cuenca, un grupo de niños y niñas ha decidido plantar cara a la falta de civismo de algunos adultos. Cansados de ver colillas, basura, música estridente y hasta excrementos humanos cerca de las zonas naturales de baño del municipio, han tomado cartas en el asunto con un mensaje claro, creativo y contundente: respetar la naturaleza es tarea de todos.

La iniciativa partió de un grupo de 15 menores que este verano ha redactado y colgado por el pueblo un decálogo de comportamiento para proteger las dos zonas de baño de Palomera: las pocetas del río Huécar y la presa de la Pajosa, conocida entre los vecinos como El Paraíso.

Una de las impulsoras de la idea es Lúa Marco, de 13 años, quien este año ha terminado 1º de ESO. “El verano pasado ya habíamos pensado hacerlo porque no soportábamos ver el entorno así de sucio”, explica. “Este año lo hemos hecho realidad con carteles para que la gente que viene a bañarse sepa cómo comportarse y podamos disfrutar todos del pueblo”.

Ampliar

Cerrar

Normas para todos

Los carteles no han pasado desapercibidos. Redactados con un tono que mezcla humor, ironía y educación, lanzan mensajes claros contra las malas prácticas. Uno de los más comentados dice: Tu trasero no es el rey del bosque. Llévate tu trono y tus pañuelos.

Lúa nos cuenta que, efectivamente, algunas personas hacen sus necesidades al aire libre cerca del agua. “Es muy desagradable, nos hace pensar que no respetan nada”, señala con preocupación.

Otro de los mensajes reza: Haz tus necesidades con responsabilidad, entierra bien y no dejes el papel como recuerdo. Los niños también piden que no se fume en las zonas de baño, Queremos respirar oxígeno, no tabaco, y critican el uso de altavoces: Será un temazo, pero no hace falta que lo escuchemos todos.

“Queríamos poner algo de humor para que el mensaje llegara mejor”, explica Lúa. “Aunque las normas son serias, queríamos que no sonaran tan duras, para que la gente no se sintiera atacada y sí, en cambio, invitada a reflexionar”.

Ampliar

Cerrar

Buena acogida en el pueblo

Lo cierto es que el esfuerzo ha tenido muy buena acogida entre los vecinos. “A todos les ha parecido muy bien, estaban hartos también de que contaminaran los entornos y nos lo han agradecido mucho”, afirma orgullosa.

Lúa señala que, para ella y sus amigos, lo más molesto es la música alta. “Si me quiero bañar tranquila, no quiero escuchar música que ni siquiera me gusta. Además, altera la calma del sitio”.

Ampliar

Cerrar

Paraje natural

El compromiso de estos niños con su entorno no es casual. Palomera está enclavado en un paraje natural espectacular, rodeado de barrancos, ríos y vegetación autóctona. Las zonas de baño son un tesoro compartido entre vecinos y visitantes, y precisamente por eso, Lúa insiste en que es clave cuidarlas. “Nadie quiere estar en un lugar lleno de basura y contaminación. Si todos cumplimos las normas, todo estará mucho mejor”.

A quienes vean los carteles y no estén dispuestos a respetarlos, Lúa les lanza un mensaje directo: “Les diría que los respeten, porque al final es mejor para todos. Si él quiere disfrutar, disfrutamos todos”.