Cuatro décadas de la UCLM
En 'Postales Manchegas' recordamos los inicios de la universidad por la que han pasado más de 120.000 estudiantes

Postales Manchegas | Las cuatro décadas de la UCLM
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Ciudad Real
La Universidad de Castilla-La Mancha celebra este año su 40 aniversario. Aunque la ley de creación se aprobó en 1982, no fue hasta el 4 de octubre de 1985 cuando se inauguró el primer curso académico en Ciudad Real, en la Escuela de Ingeniería Técnica Agrícola. "No fueron tiempos fáciles: hubo opositores políticos y sociales que no creían en la necesidad de una universidad regional y preferían financiar becas para que los jóvenes se marcharan a estudiar fuera", recuerda el historiador Isidro Sánchez.
Cuarenta años después, la universidad regional ha formado a más de 120.000 estudiantes en diplomaturas, licenciaturas, grados, másteres y tesis doctorales, aunque como apuntaba Esther Almarcha, directora del Centro de Estudios de la UCLM, aún queda pendiente que la sociedad conozca bien todo lo que implica tener cerca una universidad: no solo formar, sino también investigar, generar cultura y servir de motor de desarrollo.
'He dicho'
En el marco de la conmemoración se ha presentado el libro 'He dicho. Los primeros años de la UCLM (1988-2003)', escrito por quien fuera rector de esta institución académica, el profesor emérito de Derecho Penal y rector honorario, Luis Arroyo. La obra, publicada por el Consejo Social de la Universidad, reúne sus discursos en aquellos años fundacionales, con un prólogo de Félix Sanz Roldán, un prefacio del rector Julián Garde y otro prólogo de José María Barreda, actual presidente del Consejo Social.
Las no nombradas
Un libro del que se ha hablado en el primer programa de la nueva temporada de 'Postales Manchegas' que en esta etapa rescatará el nombre de las mujeres que, por distintas circunstancias, quedaron en el pasado en la sombra. Nombres que aparecen incluidos en el Diccionario Biográfico de Castilla-La Mancha.
"Mujeres invisibilizadas, a quienes se les cortaron las alas, que vieron truncadas sus carreras tras casarse o que sufrieron el exilio —también el exilio interior durante el franquismo—", recordaban Esther Almarcha e Isidro Sánchez.




