"Escuchar jazz en el Jardín Botánico, suntuoso, oxigenado y bucólico, con un elenco envidiable de músicos es todo un privilegio"

El otoño nos saluda con el esplendor de un parpadeo, de una insinuación al viejo verano que se resiste a la despedida. Hemos asistido estos días a la grandeza de las tres alternativas que proponía descaradamente la Via Verde del Parque Periurbano de La Pulgosa.

Una: el camino verde asfaltado que te lleva directamente a la pinada que nos ha resultado tan familiar desde que nos salieron los dientes.

Dos: el terruño polvoriento a mano izquierda que te conduce caminando a los mismos portalones de su propio acceso.

Tres: el desvio intencionado hacia el Jardín Botánico de Castilla la Mancha, donde se recrean más de 40 comunidades vegetales protegidas mediante un manejo de jardinería ecológica reconocida, recreaciones que incluyen especies en algunos casos en grave peligro de desaparición. Se trataba de una apuesta del gobierno regional de la universidad de Castilla La Mancha, el Ayuntamiento de Albacete y la Diputación Provincial: Escuchar la música de Jazz en ese marco suntuoso, oxigenado, bucólico... del Jardín Botánico con la participación de un elenco envidiable de músicos en una privilegiada difusión de estilos y lucimientos: Jazz en el Botánico, como título estratégico y oportuno con la dedicación entusiasta del propio director del Parque Botánico de Albacete Pablo Ferrandis que abrió el nunca mejor dicho marco incomparable de escenario a la par de un tiempo dedicado al propio Jardín organizando visitas guiadas. A esta singular escenificación hubo que añadir la representacón organizativa y delicada de gente muy cualificada de la capital en el mundo del jazz como Jorge Cubillana, Marisa Fajardo y Julio Guillen en presentaciones de músicos y esmerados en todo momento en la atención al numeroso público, varios llenos por cierto,... sí, varios llenos (ésta es la buena noticia)... para recibir a músicos del calibre de David Pastor, la Big Band del Conservatorio de la Diputación de Albacete, El combo Jazz Four Children, encantadores, acercando la música de Jazz a los pequeños (gran detalle de los organizadores), Le Dancing Pepa Swing Band y sobre todo la privilegiada presencia del gran especialista argentino Federico Lechner que una vez más estuvo soberbio al piano redondeando su exhibición con la estupenda vocalista nacional Sheila Blanco, magnífica, impecable.

Abrimos pues hoy nuestra colaboración con esta muy grata impresión de que la ciudad comienza el año respirando buenas noticias culturales. Al tiempo... ¡Larga vida al jazz!