Amada Olmeda, mujer rural de Cuenca: “Trabajar en tu pueblo es un privilegio”

Cuenca

Hace treinta años, una joven licenciada en Económicas de apenas 24 años entraba a trabajar en una cooperativa vitivinícola de Casas-Ibáñez. Su nombre era Amada Aurora Olmeda, y aquel primer paso marcó el inicio de una trayectoria que hoy la ha convertido en una de las figuras más respetadas del sector cooperativo conquense.

“Me dijeron que tenía tres inconvenientes: era joven, mujer y sin experiencia”, recuerda con una sonrisa. “Aun así, el Consejo Rector confió en mí, y les estaré siempre agradecida por darme esa primera oportunidad”.

Esa oportunidad fue el comienzo de una carrera que cumple tres décadas. Desde 2003, Amada dirige Bodegas Villavid, en Villarta, su pueblo natal, donde ha impulsado la modernización de una cooperativa con historia, raíces y una clara vocación de futuro. Su esfuerzo y compromiso con el territorio la han hecho merecedora del reconocimiento que el Gobierno de Castilla-La Mancha le entregará el 15 de octubre en Almagro, con motivo del Día Internacional de las Mujeres Rurales.

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“Nunca permití que ser mujer o joven me detuviera”

Los inicios no fueron fáciles. El mundo del vino un entorno tradicionalmente masculino. “Recuerdo ir a reuniones donde solo había hombres, la mayoría mayores. Incluso en las comidas posteriores, si no bebías vino tinto, parecía que no encajabas”, explica entre risas.

Pero lejos de desanimarse, Amada convirtió aquellas etiquetas en motor. “Nunca permití que eso me detuviera. Al contrario, me motivó a trabajar más duro. Creo que esas dificultades me ayudaron a crecer y a demostrar que podía hacerlo igual o mejor que cualquier otro”.

Hoy, el panorama ha cambiado. “En 1995 no había casi mujeres en las cooperativas, ni tampoco mucha profesionalización. Ahora hay gerentes, enólogas, ingenieras o comerciales. Muchas mujeres ocupan puestos de responsabilidad, y eso me emociona profundamente”.

La pasión por el cooperativismo

Amada habla del cooperativismo con auténtica pasión. “Es un modelo que me enamoró desde el principio. Me gusta transmitir que en las cooperativas hay valores de comunidad, de trabajo en equipo, de compromiso con la tierra. Yo creo que eso se nota en el resultado final: en nuestros vinos, en la forma de trabajar y en cómo afrontamos los retos”.

De hecho, uno de los aspectos que más destaca de Bodegas Villavid es su arraigo local. “Casi todos los trabajadores somos de Villarta. Hemos nacido aquí, vivimos aquí y eso se nota. Cuando trabajas para tu pueblo, el esfuerzo tiene un sentido diferente. Todos queremos que Villavid crezca, que Villarta crezca”.

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Un reconocimiento que es colectivo

El premio a la Mujer Rural no lo entiende como un mérito individual. “Estoy muy emocionada. Es un honor recibirlo, pero sobre todo me hace ilusión compartirlo con todas las mujeres que han trabajado conmigo durante estos años. No lo veo solo como un logro personal, sino como un tributo a todas las mujeres del medio rural y del mundo cooperativo”, afirma.

Olmeda lanza también un mensaje a las generaciones que vienen detrás: “Que nunca se den por vencidas. Que luchen por sus sueños. Con pasión, dedicación y trabajo duro se pueden superar todos los obstáculos”.

La gerente de Villavid defiende que el papel de las mujeres es clave para fijar población y mantener la vida en los pueblos. “Yo animo a todas las mujeres a trabajar en el medio rural. Hay muchas oportunidades. Es un reto, pero también una satisfacción enorme poder hacerlo en el lugar donde tienes tus raíces”, asegura.

Ella misma lo vivió en 2003, cuando decidió regresar a Villarta. “Me ofrecieron trabajar en mi cooperativa y lo vi como una oportunidad. Hoy, 22 años después, estoy feliz y agradecida de haber apostado por mi pueblo y de contribuir a su desarrollo”.

Una vendimia corta pero de calidad

La conversación que mantuvimos con Amada en Hoy por Hoy Cuenca también deja espacio para hablar de la última campaña de vendimia. “Ha sido algo mejor que la del año pasado, en torno a un 10% más, pero esperábamos más producción. Las temperaturas extremas de agosto, con más de 40 grados, afectaron bastante. Aun así, la uva ha tenido muy buena calidad y los vinos van a ser excelentes”.

Aprovecha para señalar un problema de fondo: los precios de la uva apenas han variado en tres décadas. “Eso sí que es lamentable. Hemos avanzado mucho en modernización, en maquinaria, en calidad… pero los precios siguen casi igual. Y claro, eso hace difícil que las familias puedan vivir solo del campo”.

El futuro del vino en Villavid

Villavid se ha consolidado como una cooperativa moderna, con vinos adaptados a todos los públicos. “Tenemos vinos jóvenes, dulces, semidulces, espumosos, blancos, rosados, tintos de crianza y de roble. El sector se ha diversificado y profesionalizado muchísimo”, afirma con orgullo.

Y, entre risas, confiesa: “Al principio no me gustaba el vino tinto, pero ahora es uno de mis preferidos. Quizá porque lo asocio a todo lo que he vivido en este camino”.