Opinión

La vieja Toledo y la nueva Toledo

Alfonso II, uno de los reyes más importantes de la Historia de España, hizo de Oviedo «la nueva Toledo» cuando nuestra ciudad ya llevaba varias décadas bajo control musulmán

La mirada de Toledo: La vieja Toledo y la nueva Toledo (13/11/2025)

Toledo (Toledo)

Buenos días nos dé Dios, don Carlos:

Puede que el título de la sección de hoy ―«La vieja Toledo y la Nueva Toledo»― lleve a cierta confusión o que incluso sea un tema que de manera transversal ya hayamos tocado, sin embargo y por circunstancias de la vida, creo que no está de más que cada cierto tiempo se insista en ello. Pero, ¿de qué estoy hablando, amigo Carlos, o más bien de qué quiero hablar al decir «La vieja Toledo y la Nueva Toledo»? Obviamente, quiero hablar de la Ciudad Imperial y de una urbe del norte de España con la que tenemos grandes vínculos, en muchos casos, desconocidos por el gran público. Por supuesto, me estoy refiriendo a la capital del Principado de Asturias, Oviedo.

Por motivos profesionales he visitado dos veces este año la capital asturiana, y aparte de quedar enamorado, he podido confirmar algo sobre lo que había leído y trabajado mucho pero, en este caso y como se suele decir, ahora sobre el terreno. Los vínculos entre Toledo y Oviedo son antiguos, fuertes y potentes. En esta ocasión, voy a quedarme con dos argumentos que sirven para reforzar mi anterior aseveración con rotundidad.

A buen seguro que muchos de los oyentes de Hoy por Hoy Toledo han estado en Oviedo y han visita la cripta de la Cámara Santa de la Catedral de San Salvador. Pues bien, ¿a quién está dedicada dicha cripta? Pues ni más ni menos que a Santa Leocadia, patrona de Toledo a quien creo que tenemos un poco olvidada. Sobre Santa Leocadia y Asturias podríamos hablar largo y tendido, pero como nos come el tiempo, vamos con el segundo argumento.

En la Crónica de Albelda del siglo IX se recoge lo siguiente refiriéndose al rey de Asturias Alfonso II el Casto: «… y todas estas casas del Señor las adornó con arcos y con columnas de mármol, y con oro y plata, con la mayor diligencia posible y, junto con los regios palacios, las decoró con diversas pinturas; y todo el ceremonial de los godos, tal y como había sido en Toledo, lo restauró por entero en Oviedo, tanto en la Iglesia como en el Palacio».

Por ende, damas y caballeros, Alfonso II, uno de los reyes más importantes de la Historia de España, hizo de Oviedo «la nueva Toledo» cuando nuestra ciudad ya llevaba varias décadas bajo control musulmán y ese proceso fascinante de nuestra Historia, que es la Reconquista, había arrancado también unas décadas atrás con don Pelayo. Pero esa ya es otra Historia.

No quiero despedirme sin incidir en lo simbólico que sería un hermanamiento entre Toledo y Oviedo, copón.

Buenos días.

Daniel Gómez Aragonés

Historiador, escritor y colaborador de SER Historia...