El Caja Rural Atlético Benavente cierra una temporada histórica a un paso del ascenso

Zamora

No pudo culminar el sueño, pero ha estado cerca de lograrlo. El Caja Rural Atlético Benavente ha caído en el partido de vuelta de la última eliminatoria por el ascenso a Primesa División con una derrota en Antequera (3-2), que permite a los andaluces volver a la máxima categoría.

Tras el 2-2 en la ida en La Rosaleda, al At. Benavente solo le valía ganar, y hasta el final intentó un empate que hubiera dado paso a la prórroga. Pero esta vez ese gol milagroso en los últimos instantes no llegó.

El reto era mayúsculo. Tras haber eliminado a Peñíscola (segundo en la liga regular) tocaba superar a un Antequera con tradición en Primera, que había finalizado tercero en la liga regular (el At. Benavente lo hizo en quinto lugar), y que es el actual campeón de la Copa del Rey.

Comenzó mejor Antequera, que tras varias ocasiones se ponía por delante en el minuto 7. Los de Chema Sánchez le fueron cogiendo pulso al partido, pero en una pérdida de balón, llegó el 2-0 a puerta vacía. Resultado con el que se llegó al descanso.

Apenas iniciada la segunda entrega, una genialidad de Pablo Ibarra, con robo de balón y vaselina medida lograba el 2-1 que volvía a meter al equipo en el partido. Pero en una falta ensayada los locales hacían el 3-1. Otra vez tocaba remar contra corriente, pero el equipo se ha acostumbrado a hacerlo toda la temporada, y un disparo lejano de Jesús Preciado que no atajó bien el meta andaluz hizo que el marcador se apretara, 3-2, con diez minutos de juego por delante.

Y aunque el equipo lo intentó en los últimos minutos con portero-jugador, y el poste estuvo del lado benaventano para que no llegara el 4-2, los albiazules no lograron el 3-3 que hubiera conducido a la prórroga. Con el pitido final, la locura en Antequera, y la desilusión, pero el orgullo de lo hecho para el Atlético Benavente.

En su segunda temporada, el equipo ha estado hasta el final peleando por el ascenso a Primera. Algo impensable en un inicio de temporada que fue nefasto (un punto en los cuatro primeros partidos), pero que cambió más allá de lo imaginable.

El sueño se ha esfumado, pero seguro que durante mucho tiempo estará en el recuerdo de los aficionados del Atlético Benavente, y de todos los amantes del fútbol sala lo hecho por el equipo, que será recibido este domingo al mediodía en el Ayuntamiento. No podrán ofrecer a Benavente el ascenso, pero sí el orgullo de lo hecho durante una temporada mágica a la que solo le faltó redondearla con el salto de categoría.