El año que Fuentespina se independizó de Aranda
Repasamos con Máximo López Vilaboa la historia de la localidad ribereña, que tuvo varios conflictos con la capital de la comarca incluso hasta cuando dejó de depender de ella
El año que Fuentespina se independizó de Aranda
Fuentespina
La historia siempre nos deja muchas curiosidades que no podemos dejar pasar por alto. Por ello cada tres semanas citamos en La Ventana a Máximo López Vilaboa con la intención de conocerlas a fondo. En esta ocasión, y días después de un programa especial en Fuentespina -con la 'excusa' de la inauguración de su nueva piscina- hemos conocido la historia de esta localidad ribereña de la que ya hay archivos hace muchos siglos, pero que dependía de Aranda.
Los primeros documentos
La primera referencia histórica a Fuentespina data del 11 de marzo de 1266 cuando se habla de “Fuente Espina” en un documento del monasterio de San Pedro de Gumiel de Izán. En aquel período pertenecía al Alfoz de Clunia, siendo uno de sus puntos más al sur. Durante siglos el actual municipio de Fuentespina, y lo que luego sería un despoblado llamado Casasola, pertenecieron la jurisdicción de la villa de Aranda. La localidad adquirió un importante desarrollo durante la segunda mitad del siglo XVI al ser paso obligado en el camino real que unía la nueva capital del Reino, Madrid, con el norte de España y con Francia. Sin embargo, Aranda era mucho más cara como lugar de parada para los viajeros y transportes por lo que se empieza a desarrollar en Fuentespina una importante economía en torno a la ruta que partía de Madrid.
Uno de los conflictos más sonados llegó en 1580, cuando los vecinos de Fuentespina solicitaron a Aranda que se pudiera instalar una carnicería debido a “…la mucha vecindad que dicho lugar de Fuentespina tenía e quan pasajero fuese por ser camino real para la nuestra Corte”. El Regimiento de Aranda no aceptó esta petición pero los vecinos no cejaron en su empeño y acudieron a los tribunales, que les dieron la razón dos años más tarde. Simultáneamente se produjo otro pleito ante la Real Chancillería de Valladolid en el que se reclamó la representación que le pertenecía en el Concejo de Aranda. A pesar de estos enfrentamientos, nada impidió que durante el siglo XVI se construyese el Humilladero y se ampliase la parroquia.
Llega la independencia
Por fin, en 1636 el rey Felipe IV concede a Fuentespina el título de villa realenga y su independencia respecto a Aranda de Duero. Esta concesión real implicaba el pago de 10.000 maravedíes por vecino y 4.000 ducados por legua del nuevo término, aunque la independencia cabe decir que no evita que sigan surgiendo conflictos. Más cambios llegaron con grave crisis económica que afectaba a la Corona española durante el reinado de Felipe IV, que inmersa en numerosas guerras, se ve obligada a la venta de alcabalas. En 1649 se concede un privilegio a don García de Avellaneda y Haro, conde Castrillo, en el que le vendía las alcabalas y tercias de varias localidades, entre otras Fuentespina.
El patrimonio
Esta localidad posee un patrimonio muy curioso. La iglesia, el Humilladero -cuyo pasado se conoce a la perfección y se detalla en el audio- y además de la ermita del Padre Eterno, destaca en gran medida una casa en la calle Arias de Miranda, en la que hay tres interesantes escudos: uno papal, una cruz de la Orden de Calatrava y lo más chocante; uno de la Inquisición.
La charla en la que conocemos más a fondo Fuentespina junto a Maxi puede reproducirse en el audio cabecero.
Jorge Alvarado
Periodista. Responsable Digital de la SER en...