La gesta del arandino que salvó Tenerife

Aranda de Duero

Este 25 de julio no es un día más, ni para Santa Cruz de Tenerife, ni para Aranda de Duero. Ambas ciudades están hermanadas, y el hecho que les une es una gesta que se dio en las islas y que protagonizó un arandino: el General Gutiérrez. Hoy se cumplen 225 años de la heroica defensa española de Tenerife frente a las tropas inglesas de Nelson. Aquel mes de julio de 1797, por parte española, el protagonista principal fue Antonio Gutiérrez González-Varona. Y su historia la hemos conocido este lunes en La Ventana a través de los conocimientos de Máximo López Vilaboa.

El General Gutiérrez nació en Aranda de Duero el 8 de mayo de 1729, siendo bautizado una semana después en la iglesia de San Juan. Precisamente, junto a la pila bautismal de esta iglesia, hay una vitrina en la que se encuentra el libro de bautismos abierto por esa página. Desde 1974 uno de los mayores parques de Aranda (de 12 hectáreas y ubicado entre el Polígono Residencial y el Polígono Industrial) lleva el nombre del General Gutiérrez.

También, el 18 de julio de 1997, con motivo del Bicentenario de la Gesta de Tenerife, se inauguró un busto del general Gutiérrez a los pies de la torre de San Juan, que es réplica del que ya existía en el Museo Militar Regional de Canarias. Es un regalo del ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife. Desde septiembre de 1998 Aranda de Duero está hermanada con la ciudad de Santa Cruz de Tenerife en recuerdo a la gesta del General Gutiérrez.

Los destinos del General antes de Canarias

La familia del General Gutiérrez se distinguió por entregarse a la Iglesia y a la Milicia. Su padre, José Gutiérrez, murió siendo Teniente coronel de Infantería. El futuro General Gutiérrez acompañó a su padre, siendo cadete del Ejército, a la Guerra de Italia, donde permanecerá cinco años, hasta la Paz de Aquisgrán de 1748. Allí batalló contra los ingleses, a los que por azares de aquellos tiempos, se enfrentó en distintas épocas de su vida. En 1753 obtiene el empleo de teniente del Regimiento de Infantería de Mallorca. Tres años después asciende a capitán. Sus distintos destinos militares no le hacen romper su vínculo con su Aranda natal.

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El 10 de junio de 1758 figura firmando, con el grado de capitán, en el libro de ordenanzas de la cofradía de la Virgen del Carmen, ubicada en la parroquia de San Juan. Al final de su vida también colabora con 9.000 reales con el coste de la decoración del nuevo retablo mayor de San Juan. Al ser ascendido a sargento, primero se instala en San Sebastián y después en La Coruña. En 1770, estando en Buenos Aires, se le encomienda con éxito, la misión de dirigir las tropas que desalojaron a los ingleses de las Islas Malvinas.

En 1775 es gravemente herido en las playas de Argel durante un enfrentamiento con las tropas autóctonas. En 1782 participa en la recuperación de la isla de Menorca, que llevaba en manos inglesas desde 1763. Entre 1779 y 1783 participa en distintas acciones para bloquear Gibraltar. Pese a los esfuerzos franco-españoles los ingleses permanecerán en el Peñón. Y tras una larga estancia en Mallorca, es destinado en 1791 a la isla de Tenerife, cuando tenía 62 años. Había sido nombrado Comandante General de las Islas Canarias.

La heroica defensa de Tenerife

Los días 24 y 25 de julio de 1797 se iban a producir unas de las páginas más gloriosas de la Historia canaria desde su incorporación a la Corona española allá por el siglo XV. La noche del 24, el almirante Nelson, de la Marina británica, atacaba por distintos puntos Santa Cruz de Tenerife con cuatro navíos y cuatro fragatas. Por orden del gobierno inglés pretendían apoderarse de esta plaza, para después poder ir ocupando una a una todas las islas Canarias. La defensa desde tierra fue modélica, el general Gutiérrez dirigió la acción, donde participaron tanto militares como casi toda la población civil.

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Pese a la inferioridad de medios, los ingleses fueron derrotados, sufriendo 349 bajas y recibiendo Nelson una tremenda humillación, además de tenérsele que amputar un brazo por las heridas recibidas. En el centro de Londres, en una de las plazas más conocidas -Trafalgar Square- puede verse la columna de Nelson. Aparece sin un brazo, ese brazo que perdió frente a tropas mandadas por un arandino.

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Este ilustre arandino, reconocido por su actitud también tras la gesta, murió en Santa Cruz de Tenerife el 14 de mayo de 1799, siendo enterrado como un héroe nacional en la capilla del Apóstol Santiago de la iglesia matriz de Tenerife. Se le enterró en esta capilla porque se consideró que el Patrón de España protegió a los isleños aquel 25 de julio de 1797, en el que se celebraba su fiesta.