San Felices se convierte cada verano en la ‘Provenza soriana’ gracias al cultivo de lavanda y lavandín
Cada año por estas fechas recibe un gran volumen de turistas para las visitas guiadas a los campos de lavanda
Soria
Los campos de lavanda y lavandín de San Felices son una parada obligada a principios del mes de agosto para los amantes de la naturaleza y el paisaje soriano. Su aroma inconfundible ha convertido a esta planta en la joya por excelencia de la aromaterapia. Da unas características flores de color lila azulado con forma de espiga y la floración vienen a verla desde diferentes puntos del país.
Hace más de una década Damián Navascués volvió desde Madrid al pueblo donde nació, a San Felices, tras cerrar su empresa y lo hizo para cultivar lavanda. Su mujer, Virginia Re, madrileña y de padre italiano, se quedó embarazada al poco tiempo y también se trasladó a San Felices. Hoy por hoy son propietarios de 60 hectáreas, además de regentar el hotel ‘Las Abadias’ en el mismo municipio en el que viven 55 personas durante el año. Durante estos días ofrecen visitas guiadas a los campos de lavanda.
Virginia y Damián apostaron por la vida en el mundo rural a través de la recuperación de un cultivo autóctono tradicional.
Venden la esencia obtenida a nivel industrial para elaborar perfume y también de forma directa en pequeños botes con la marca ‘Árboles Ecológicos’. Reconocen que la pandemia ha complicado el negocio sobre todo porque la gente se ha perfumado menos al no salir ni alternar y los restaurantes han frenado su actividad, porque hay que recordar que la lavanda se utiliza también para conservar alimentos, todo lo que va envasado al vacío lleva lavanda.
Los interesados solo tienen que llamar al número de teléfono del Hotel Las Abadías y concertar una visita.