María Iglesias: "Me llevaría a Florencia el fresquito y el silencio de Ávila"
Una 'Abulense por el Mundo' que vive en Italia desde hace 17 años
Una abulense en Florencia
Ávila
"Yo estudié Ciencias de la Información en Salamanca. El último año de Universidad estuve haciendo un master y ese verano, entre el final de la licenciatura y el master, me vine a trabar aquí con la excusa de aprender italiano gracias a unos amigos que había conocido en el Erasmus. Estuve trabajando en la playa, en un pueblecito de la Toscana. Después del master empecé a vivir en Florencia porque encontré trabajo en una empresa que tenía sede en España e Italia. Unos años más tarde encontré trabajo en Bolonia y me fui allí hasta que posteriormente regresé a Florencia donde vivo" dice María Iglesias García, abulense afincada ya desde hace 17 años en el que se ha convertido en su país de adopción. Es editora de moda y trabaja como manager dirigiendo un equipo internacional de 16 personas. Trabaja en un e-commerce y en una revista on-line, Lvr Magazine.
Con María hemos tenido una visión abulense de una ciudad que comparte con la nuestra su destacado pasado histórico y artístico. Este último, uno de los más importantes del mundo con su Puente Vecchio o la Galería de los Uffizi. Un centro histórico en el que vivió al principio de su estancia en la ciudad pero que cambió tras darse cuenta de las dificultades que supone vivir en una zona tomada por los turistas, con servicios centrados en atenderlos y sin apenas residentes autóctonos. Florencia, además de potencia turística, es una de las capitales de la moda italiana, especialmente todo lo relativo a la peletería.
Otro de los tópicos que María desmonta es la fama que tienen los italianos de ser gente abierta y sociable. "Son gente cerrada. Cuando llegas aquí, lo primero es que tratan como un turista, de manera fría. Se abren cuando ya te conocen. Hacer amigos florentinos es difícil porque se mueven por barrios y por grupos y resulta difícil integrarse" dice María que añade que lo que si nos une con ellos es el gusto por la buena vida, por la comida y la bebida que también tenemos los españoles. Pero según María hay tópicos sobre los italianos que sí se cumplen como su peligrosidad al volante o lo descuidado que tienen las ciudades fuera de las zonas histórico-turísticas.
Preguntada por lo que se llevaría de Ávila a su ciudad de adopción lo tiene claro: "el fresquito y el silencio. Aquí hay mucho ruido, los italianos gritan mucho. Y en verano se pasa mucho calor". En sentido contrario, desde Florencia se traería a la capital abulense la comida y la puesta de sol desde el Piazzale Michellangelo. Dice que tiene el corazón dividido todo el rato: "Cuando estoy aquí (Florencia) hecho de menos lo de allí (Ávila) y cuando estoy allí (Ávila) hecho de menos lo de aquí (Florencia)" Eso sí para evitar la morriña puede recurrir a la gastronomía porque el plato típico de Florencia es la bistecca alla fiorentina "que es como nuestro chuletón" afiram. De su experiencia italiana nos hablaba María esta semana en el espacio Abulenses por el Mundo de Hoy por Hoy Ávila.
Luis Sánchez
Licenciado en Ciencias de la Información por...