Cayetana Álvarez de Toledo no se retracta en el juicio con el padre de Pablo de Iglesias
La ex portavoz parlamentaria del PP, Cayetana Álvarez de Toledo, acudió al juzgado de Zamora por la querella por intromisión ilegítima en el honor del padre de Pablo Iglesias
Cayetana Álvarez de Toledo a su llegada a la sede judicial de Zamora
Después de algo más de dos horas se abrieron las puertas del juzgado número 3 de Zamora y salieron el padre de Pablo Iglesias, Javier Iglesias, y su abogada, sin hacer declaraciones (previamente declinó hacerlas a este medio, al menos), y a continuación abandonó la sala judicial Cayetana Álvarez de Toledo, la ex portavoz parlamentaria del PP, y sus representantes legales: ambos se enfrentaron, a puerta cerrada, por la demanda interpuesta contra la parlamentaria por un delito de intromisión ilegítima en el honor, a cuenta de la dialéctica de Álvarez de Toledo contra el entonces líder de Podemos, al que llamó hijo de terrorista en sede parlamentaria y en una entrevista en ABC.
Una afirmación de la que no sólo no se ha retractado, sino que la sostuvo ayer en sede judicial y luego ante los medios de comunicación, usando para ello este argumento: “he venido a Zamora a declarar que la Tierra es redonda. Es decir, que al militante de una organización terrorista, reconocida como tal por todos nuestros organismos oficiales, se le pueda llamar terrorista sin vulnerar el honor de nadie”.
Cayetana Álvarez de Toledo sumó a su causa a la Fiscalía, al decir que la fiscal del caso no la acusó y reclamó el desistimiento de la demanda del padre de Pablo Iglesias.
Más allá de eso, Álvarez de Toledo alegó que la dialéctica que utilizó era producto de las propias afirmaciones del padre de Pablo Iglesias, de un artículo del ex líder de Podemos y de un intercambio de twitter entre padre e hijo, donde se habla abiertamente de su pertenencia al FRAP, con la definición de “orgullo frapero”, explicó la parlamentaria popular.
Recordamos que en su demanda, el padre de Pablo Iglesias, reclama a Cayetana Álvarez de Toledo 18.000 euros de indemnización por intromisión ilegítima en el honor, en un caso similar al que se siguió en los juzgados zamoranos contra el periodista y europarlamentario de Vox Hermann Tertch, que fue condenado a pagar 15.000 euros a Javier Iglesias.
