Seis nuevos adoquines por la memoria recuerdan ya en la plaza del Ayuntamiento de Ponferrada a otros tantos bercianos que fueron deportados a los campos de concentración nazis. Es el segundo acto de estas características que se celebra por mediación de la ARMH y el Ayuntamiento de Ponferrada desde que el pasado mes de enero se colocaron los primeros 9 «stolpersteine» diseñados por el escultor alemán Gunter Deming. La sobrino nieta de Victor Alonso, Carmen Blanco ha sido la encargada de trasladar las palabras de agradecimiento de su hija, María, residente en Francia, el país que acogió a su padre, pero que jamás pudo borrar la nostalgia de Víctor por su familia de Odollo. «Tenía ya 53 años cuando pudo abrazar a su hermano Manuel en 1976» -contaba la misiva- «tras la muerte de Franco volvía al menos una vez al año a España», y de hecho, logró recuperar el contacto con su familia española y dejó claro que su último deseo «era que parte de sus cenizas volvieran a Odollo bajo un árbol y poder disfrutar de sus montañas», una última voluntad que su familia cumplió en 2007. Ha sido el único testimonio directo de quien ha sufrido la pérdida y de quien todavía recuerda. Y es que la memoria y el recuerdo, ha reconocido el actor y activista, Juan Diego Botto, es lo único que evitará repetir errores, «la memoria es un faro que nos guía para saber hacia donde vamos» afirmó en su alocución además de insistir en la necesidad de saldar la deuda que nos ata a quienes lucharon por obtener la democracia y la libertad. En el acto, alumnos del Instituto Gil y Carrasco han leído los nombres de los deportados y también las circunstancias en las que fueron exiliados y apresados posteriormente por los nazis. Ha sido su presencia la que ha alentado al presidente nacional de la Asociación de la Memoria Histórica, Emilio Silva a mantener la esperanza de garantizar una sociedad mejor conociendo nuestra historia. Al menos, asegura, ellos sabrán claramente que hombres y mujeres, olvidados durante mucho tiempo, «esta fue la responsable un día de luchar por las libertades que hoy disfrutamos», sentenció. El alcalde de Ponferrada, Olegario Ramón ha participado también en este homenaje que, reconoce, «por fin se puede hacer sin ningún tipo de tapujos ya que la mayor parte de estos adoquines de la memoria se ubicaron de forma clandestina» por todo el mundo. Hoy la ARMH sigue buscando a familiares de estos deportados cuyos datos se han entresacado de la investigación general realizada sobre la presencia de españoles en los campos del nazismo. El proyecto del escultor alemán Gunter Deming para recordar a los represaliados por los nazis en los campos de concentraciones alcanza ya los 100.000 adoquines colocados en todo el mundo.