Comienzan los primeros pasos para la construcción del nuevo puente para Cabezón de Pisuerga, en Valladolid
Sale a licitación la redacción del proyecto para la construcción de este nuevo puente que llevan reclamando una década
Imagen del puente parcialmente derrumbado en 2015 / Ical
Valladolid
La promesa de la Junta de Castilla y León era que antes de terminara el año comenzaría la licitación de la redacción del proyecto para esta nueva infraestructura. La proximidad de 2023 hacía pensar que, una vez más, el proceso iba a retrasarse pero la Navidad ha traído de regalo los primeros pasos de este proyecto tan necesario para la localidad de Cabezón de Pisuerga.
Esta redacción cuenta con un presupuesto de 104.810 euros y un plazo de ejecución de 10 meses. Los proyectos podrán presentarse hasta el 20 de enero de 2023. El alcalde, Sergio García Herrero confía en que los plazos se cumplan y se gestione con agilidad para que en 2025 el puente sea una realidad ya en proceso de construcción.
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Siete años desde el derrumbe
Esta historia comenzaba hace siete años, Cabezón de Pisuerga se despertaba con una malísima noticia: parte de su puente medieval se venía abajo. Se hizo evidente entonces algo que los vecinos llevaban reclamando años: que el municipio debía contar con otro paso sobre el Pisuerga que librara del tráfico rodado a su mítico puente.
El antiguo paso es el único punto que conecta las dos partes del pueblo y por ello los vehículos se ven obligados pasar por la estructura, que no está preparada para esa carga y tras cada reparación presenta nuevamente gritas y desperfectos que amenazan con nuevos desprendimientos. La última intervención obligaba a cerrar el acceso desde el 18 de abril hasta finales de verano para ejecutar unas obras de urgencia ya que un informe de la Junta de Castilla y León recogía tras años de protestas los desperfectos que denunciaban.
El arreglo de deterioros importantes como grietas en las bóvedas o desplazamiento de algún pilar se complementó con una intervención a la estructura para tratar de mejorar su durabilidad pero desde el Ayuntamiento tenían claro que la única solución definitiva al problema era la construcción de un nuevo puente sobre el Pisuerga el cual pueda soportar este peso sin derrumbarse.
30 kilómetros de rodeo
El municipio queda dividido en dos y con el médico inaccesible para una parte de la población cada vez que se han producido cortes por fallos en la estructura o tareas de reparación: "Las personas mayores, que son quienes más utilizan el servicio, para ir de un lado a otro tiene que coger un autobús lanzadera haciendo 16 kilómetros de ida y otros 16 de vuelta, igual que los chavales para ir al colegio, con lo que tienen que madrugar más y perder entre hora y media y dos horas".
Los jóvenes que entrenan en alguno de los clubes del municipio también han sufrido las consecuencias de este estos desperfectos: "Tenemos equipo en competiciones regionales, tienen que entrenar y competir, no tienen carnet de conducir, no pueden usar su propio coche... tendrían que coger el autobús y que los horarios coincidan... Hay que estar el día a día aquí para entenderlo".
Los comerciantes denunciaban el problema e incluso temían que la gente abandonara el municipio para vivir en la capital, mientras los agricultores tenían que irse hasta Valoría porque los tractores no pueden circular por la autovía. "es cierto que la obra hay que hacerla y hay que hacerla ya, porque el peligro es inminente, hay posibilidad de que se vuelva a caer, pero si nos hubieran hecho caso hace años cuando empezamos a alertar el estado del puente, no estaríamos así".