El arandino que estrena 2023 en Senegal para ayudar a los más necesitados
A pesar de la distancia y la dureza de no poder estar con los suyos, Benjamín Hernando da todo un ejemplo de solidaridad y trabajo por el bien de un pueblo acusado por la pobreza
El arandino que estrena 2023 en Senegal para ayudar a los más necesitados
Aranda de Duero
Se llama Benjamín Hernando, y no es Melchor, Gaspar ni Baltasar, pero los niños -y no tan niños- de Senegal le idolatran como si un Rey Mago se tratara. Este arandino ha realizado ya 18 proyectos solidarios visitando Sáhara, Haití, Ucrania, Etiopía o Moldavia, y ahora se halla en el decimonoveno. "Me ha costado tras la pandemia volver a coger el ritmo", reconoce con una sonrisa, dado que la covid paralizó sus planes solidarios, y como mínimo su objetivo es llegar a la veintena de iniciativas. Este 3 de enero nos saluda desde el país africano, en el que está repartiendo material ortopédico y muchos otros elementos en nombre de su ONG, ASORIDO.
El 2023 ha empezado en Senegal y la alegría de pasar a otro año no cambia en Senegal, aunque se vive de una forma un tanto diferente. "Aquí las Navidades no se celebran porque el 95% son musulmanes, pero sí la nochevieja y Año Nuevo. Se celebra como pueden y a su manera, porque no tienen los mismos medios. En nochevieja hacíamos reparto y a las 18-19 horas empezó la cambiar la ciudad de tono, los vehículos pitaban, salían pandillas con latas, cacerolas o timbales a hacer ruido. Y luego la gente cenó en familia, y desde las 12 se salió un rato. Yo salí a dar una vuelta pero pronto a casa, porque el día siguiente queríamos avanzar", explica Hernando, que tras cinco días de viaje y más de 4.000 kilómetros llegaron hasta Rufisque, la primera parada del proyecto.
14 horas en bus para repartir material
El contenedor con todo el material llegó antes de lo previsto y en perfectas condiciones. "Hay muletas, férulas, prótesis, material médico, sillas de ruedas, sábanas, toallas... Ha sido el proyecto de mayor envergadura materialmente hablando, y se hacen dos etapas. La primera población beneficiaria es Rufisque, y luego otra población más necesitada que está al sudeste de Senegal, que se llama Kédogou. Para repartirla tendré que subirlo todo en un autobús y hacerme ahí unas 14-15 horas que dura el viaje. Allí alguien me espera para almacenar todo ese equipaje", cuenta.
Emoción por la acogida y la necesidad
El buen rollo y la solidaridad que transmite Benja se rompe por completo cuando se le pregunta por la gente de Senegal. "Es gente muy agradecida, gente que tiene muchas carencias de todo tipo. Muchas veces con las entregas del material es... hasta duro las condiciones que ves. La falta de una silla de ruedas, de un andador... de cosas que en nuestro país pueden ser tan básicas...", relata emocionándose. "Son cosas tan difíciles de conseguir... Hay gente que vive en malas condiciones, imagina cómo se sienten cuando les das algo así", añade, explicando que "hay veces que lo estoy pasando mal". También echa de menos a su familia, que espera 'recuperarle' cuanto antes.
Y preguntado por el peligro, dice Hernando que "en principio no tiene por qué haber problemas", pero "nunca tienes la certeza de que estás a salvo" porque "la realidad que se vive aquí es como es, la necesidad hace que pasen cosas". Parte del viaje lo hizo con un senegalés que lleva años viviendo en Aranda -Abdou-, pero ya regresó. Y hoy quiere, además, lanzar su agradecimiento a su amigo Antonio "que ha venido a echarme el cable en uno de los momentos más difíciles", sobre todo "por traerme cosas para comer porque aquí es muy picante y el estómago lo pasa mal".
Miradas por ser blanco, pero nunca racistas
Este arandino llama la atención por su color de piel. Es inevitable que le miren; también que le toquen "la piel o el pelo", porque es diferente. "Yo soy el blanco entre los negros, el bicho raro. Te dicen 'tubab' que es blanco, y no lo dicen con desprecio ni mucho menos racismo eh. Y los niños con su inocencia te miran descaradamente. Y cuando coges confianza es cuando te tocan, porque ellos el pelo lo tienen rizado y yo liso. Y para ellos aquí eres diferente", explica.
Antes de colgar y seguir con su recorrido y cometido, Benja deja claro que antes de meterse en otro proyecto quiere primero acabar el que le concierne. En época de esperanza e ilusión, es un arandino el que se ha vestido de Rey Mago para repartir el mejor regalo posible a quien más lo necesita. Todo un ejemplo a seguir, y una lección de vida difícil de olvidar.
La charla al completo puede reproducirse en el audio superior.
Jorge Alvarado
Periodista. Responsable Digital de la SER en...