"Te aumentan los costes de todo y no te interesa ir a un pueblo a llevar cuatro barras, pero lo sigues haciendo": el drama de las panaderías artesanas
Los panaderos se quejan de que han quedado fuera de la bonificación de 20 céntimos por litro de gasolina
Ávila
La Confederación Española de Panadería, Pastelería, Bollería y Afines que agrupa a unas 12.000 pequeñas empresas del sector de la panadería y pastelería, CEOPPAN, ha convocado este 3 de enero un apagón simbólico de los hornos ara reivindicar que necesitan ayudas para hacer frente al coste de la energía y las materias primas que está poniendo en jaque su supervivencia. La reivindicación es general, aunque la situación es especialmente complicada para los panaderos que viven en la "España vacia".
Ángel Rodríguez, presidente de la Asociación de Panaderías y Pastelerías integrada en CEOE Ávila, ha sido uno de los empresarios que ha secundado la medida. Él es propietario de una panadería en Sotillo de la Adrada (Ávila), una localidad de menos de 5.000 vecinos. "Nos han tocado todas las subidas, desde la materia prima, la energía, los combustibles...todo. Y están ayudando a otros sectores y al nuestro no nos ayuda nadie", resume.
"Somos los grandes olvidados"
Se quejan, por ejemplo, de que el Gobierno haya eliminado la bonificación de 20 céntimos por litro de combustible porque a ellos no se les considera transportistas profesionales. "Cuando tenemos furgonetas todos los panaderos para el reparto, tenemos hornos de gasoil", explica Rodríguez. "Esperamos que en algún momento las ayudas nos toquen a nosotros porque somos los grandes olvidados".
Aplaude la bajada del IVA del pan, que ha pasado del cuatro al cero por ciento, porque esa medida beneficia a los consumidores, que también están sufriendo las consecuencias de la inflación. Pero eso no supone para ellos ninguna ayuda y de hecho les ha complicado el fin de año. "Esto fue todo rápido. Yo en mi caso sigo todavía con los programas informáticos intentando cuadrar todo" para eliminar el IVA. "Sí que lo compartimos, pero no son las formas, corriendo todo".
Los jóvenes no quieren ser panaderos
El presidente de la Asociación de Panaderías y Pastelerías advierte de que muchos pequeños obradores tradicionales están al borde del cierre porque a la actual falta de rentabilidad, con una caída de los márgenes de entre un 20 y un 30 por ciento en el último año, se une también la falta de relevo generacional. "Los propietarios son gente mayor, no tenemos un relevo, no hay formación, nadie quiere ser panadero por los horarios, aunque ahora mismo hay mucha tecnología y no hace falta madrugar tanto".
Pero los panaderos hacen también una importante labor social que muchas veces no se reconoce, especialmente en provincias despobladas como Ávila, donde en muchos pueblos no se podría comprar este producto básico a diario si no fuera porque estos profesionales se desplazan hasta allí. Muchos días son la única persona que visita el pueblo, tocando el claxon y llevando su producto casi de puerta en puerta. "Te aumentan los costes de todo y no te interesa ir a un pueblo a llevar cuatro barras, pero lo sigues haciendo", dice Rodríguez.
"Siempre estamos ahí, incluso en Ávila, una provincia en la que nieva bastantes veces, el panadero llega hasta el pueblo". Pero algunos ya están tirando la toalla. "Es verdad que está complicado el sector y han cerrado algunas pequeñas empresas porque algunos compañeros para dar pérdidas prefieren estar en casa y cerrar. Por eso pedimos que nos ayuden, que nos ayuden un poco".
En España se consumen unos 35 kilos de pan por persona y año.
María Ángeles Hernández
Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense...