La estrecha relación de Pío Baroja con Aranda de Duero
El reconocido novelista, cuyo nacimiento cumplió 150 años el pasado 28 de diciembre, relata la vida y gentes de la ciudad en algunas de sus obras
La estrecha relación de Pío Baroja con Aranda de Duero
Aranda de Duero
Poder conocer el pasado de aquello que nos rodea es toda una delicia que no siempre es fácil. Los documentos en muchas ocasiones se extravían, y por ello hay que agarrarse al legado que nos deja la historia. También a las personalidades que han recorrido nuestras calles, y en cuyos escritos se describe cómo era Aranda de Duero hace años. Es el caso de toda una eminencia de la novela española, como Pío Baroja. Todo un emblema que tiene una estrecha relación con Aranda, y que hemos desgranado en La Ventana Edición Ribera esta semana con Máximo López Vilaboa.
Habría que situarse en un 28 de diciembre de hace 150 años para encontrar la fecha en la que Baroja nace. De ahí en adelante, López destaca que "en dos novelas, que se publicaron en 1913, Aranda es protagonista". Concretamente se trata de Escuadrón de Brigante y Con la pluma y con el Sable, puede descubrirse cómo era la capital ribereña en esa época, amén de sus personajes y el comercio. Aunque realmente el más buscado o nombrado era Eugenio de Aviraneta, su pariente, del que había oído hablar pero con el que por fechas nunca coincidió. "Se dedicó a investigarle, por todas esas tramas de espionaje en las que participó. Es un personaje que estuvo en Grecia o Egipto también, no solo por España, y muy presente en los conflictos de la época", asevera.
La Aranda de la época
En sus novelas, Baroja "habla de cómo se leen los bandos en la Plaza Mayor de Aranda, cómo el soportal sur era el lugar en el que se sucedían los encuentros y las reflexiones... También de los pueblos chicos, que tenían una vida rica. Eso que se habla tanto de la despoblación ya lo comentaba él en el siglo XIX, en una época en la que Aranda no llegaba a las 5.000 almas".
El comercio arandino de la época
Pero no solo nos podemos quedar con las calles, también con las gentes y la actividad que se procesaba en aquel momento. "Se habla de la actividad comercial, una preindustria. Había fábricas de hilados, tejidos de lino y de cáñamo, mantelería, cordelería, alpargatas, curtidos... La agricultura estaba relativamente próspera, y como reza el busto de la Plaza de la Virgencilla comenta que Aranda sentía deseos de renovación y mejora. Incluso habla que el liberalismo culto estaba muy presente en el pueblo por la influencia del Empecinado; habla también de familias ricas y distinguidas de la ciudad. Pio Baroja lo que emplea a Aranda es como un escenario de ese enfrentamiento del Trienio Liberal, las milicias de soldados no profesionales del pueblo y las maniobras militares que se realizaban en la Plaza del Obispo, es decir, los Jardines de Don Diego", sentencia.
El reportaje al completo puede reproducirse en el audio superior.
Jorge Alvarado
Periodista. Responsable Digital de la SER en...