Indemnización de 150.000 euros para una madre y sus dos hijas separadas de forma injustificada tras una discusión por un móvil
Las dos niñas estuvieron más de un año separadas de su madre y viviendo en un centro de menores por decisión de los Servicios Sociales de la Junta de Castilla y León, que ahora debe indemnizarlas
Indemnización de 150.000 euros para una madre y sus dos hijas separadas de forma injustificada tras una discusión por un móvil
Madrid
Anita había llegado de Bulgaria hace más de 20 años. En España fue madre soltera de mellizas, y al instalarse en Castilla y León, pidió ayuda a los servicios sociales para mejorar la relación que tenía con sus hijas. Pero, un día, cuando las niñas tenían 12 años, la mamá discutió con una de las preadolescentes por el uso de un teléfono móvil y, sin mediar palabra y sin ni siquiera ser escuchada por los trabajadores sociales, la orientadora de la Junta de Castilla y León decidió separar a esa madre de sus hijas y retirarle la tutela. "La gente no es consciente del acto que supone separar e intentar a un niño en un centro, que es un secuestro, te arrancan de un ambiente conocido como es un ambiente familiar y escolar", explica ahora una de esas entonces niña de 12 años que ahora tienen 19.
Se llaman Micaela y Ángela y están estudiando en la Universidad de Salamanca. Su madre, Anita, espera que no se vuelva repetir un caso como este: "Se trata de tus hijas, de la salud de ellas y la tuya, que han destruido todos tus sueños, todo lo que has luchado, todo lo que yo tenía, la confianza en mí misma y de los demás en mí". Después de un año separadas volvieron a estar juntas también por una decisión judicial, porque esta madre no se rindió nunca frente a la administración. La Fundación Raíces, que les acompañado en todo este proceso, destaca que la administración vulneró los derechos de esta familia desde el principio y que han tardado seis años en repararlos.
Ahora el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León ha condenado a la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades de la Junta a indemnizar con 150.000 euros a esta madre y a sus dos hijas por los daños ocasionados a raíz de esa retirada de tutela injustificada tras una discusión por un móvil.
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"Lo oportuno hubiera sido volver a reunirse con la madre"
Según la sentencia del TSJ, esta decisión de la Consejería se tomó sin que conste "ninguna audiencia con la madre, ni se la pidió aclaración o explicación, ni tan siquiera se explicó nada a las menores". Añade el fallo que "lo oportuno hubiera sido volver a reunirse con la madre, valorar tras su explicación lo que había pasado y tomar las decisiones oportunas con un mayor refuerzo de la intervención familiar o valorar el interés prioritario de las menores; no obstante, esta audiencia no tuvo lugar en ningún momento, ni una explicación a las menores de lo que podía llegar a ocurrir".
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El TSJ de Castilla y León aprecia "una actuación precipitada y desproporcionada de la Administración" y recuerda que los "Programas de Intervención Familiar son programas específicos de apoyo a familias cuyo objetivo es preservar la integridad de la familia evitando una separación de ella de los niños" y que conforme a la ley "las niñas de 12 años, tendrían que haber sido escuchadas previa explicación de lo que podría ocurrir, teniendo en cuenta que es muy traumático separar a dos niñas de su madre".
El testimonio de Anita, separada de sus hijas de forma injustificada y ahora indemnizada por ello
La madre: "Ha sido como David contra Goliat"
La madre de las dos menores lamenta que la experiencia vivida como la más dolorosa de su existencia. "Es la impotencia de verte arrollado por un sistema poderoso que funciona contra ti, que no eres nadie, ha sido como David contra Goliat, darte cuenta de que por mucho que luches estás perdido. Todos me avisaron de que de ahí no salía nadie, porque es la Administración Pública, yo pensaba que estaba ahí para ayudar a las personas vulnerables, ¿es su función no?, pues no fue así".
Una de sus hijas, por su parte, advierte de que la gente no es consciente del impacto que supone separar e internar a un menor en un centro, algo que no ha dudado en calificar como un auténtico "secuestro". "No creo que haya otro término para lo que hacen, te arrancan de un ambiente conocido y seguro, como es la familia y la escuela, y te llevan a un ambiente hostil y desconocido, haciéndote sentir inseguro y vulnerable y todo esto lo que genera es un estrés inmenso, miedo y un enorme desconcierto, pues en ningún momento nos explicaron qué es lo que estaba ocurriendo".
En opinión de su otra hermana, el trato que recibe un menor en un centro "no se aleja del trato que puede recibir el ganado en una ganadería, al fin y al cabo eres el trabajo del personal del centro, y te acabas sintiendo como un número más, como la propiedad de la administración, sin voz ni voto".
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