La única solución: buscar un punto de equilibrio

Querido Valentin, hoy, te voy a hablar de un tema que sé que te preocupa e inquieta con razón, porque es un tema muy interesante. Se trata de lo siguiente... ¿Por qué los técnicos de una administración, por ejemplo, un ayuntamiento, obstaculizan los proyectos de los políticos?Los políticos muchas veces culpan a los técnicos de que sus proyectos o promesas electorales no salen adelante porque los técnicos no hacen más que poner pegas, obstáculos, impedimentos…

La situación es la siguiente: por ejemplo, un alcalde o una alcaldesa promete hacer un centro para la juventud, promete arreglar los polígonos, arreglar las aceras… Se lo encargan los técnicos, lo sacan a concurso, porque claro, lo tienen que sacar a concurso. Se presentan varias empresas, se adjudica a una de ellas, una que no acaba siendo la adjudicataria lo impugna… lo llevan al tribunal de la competencia, pasa el tiempo y no se hace nada. La población enfadada, y los medios diciendo que qué pasa con esto prometido que sigue sin hacerse. Y los políticos dicen 'la culpa no es mía, es de los técnicos'. Los técnicos dicen con toda la razón 'nosotros nos limitamos a hacer lo que dice la ley' -por cierto, ley escrita por los propios políticos.

Bueno, la cuestión es cómo salir del embrollo, porque claro, una empresa privada puede contratar a quien quiera al precio que quiera, puede pagar más a los que trabajan más y menos a los que trabajan menos, puede comprar lo que quiera cuando quiera al precio que quiera y no tiene ningún obstáculo o casi ninguno .Claro, esas cortapisas tienen un sentido, y el sentido es evitar la prevaricación y evitar la corrupción. Y a pesar de todo, estamos viendo continuamente cómo se producen casos de corrupción hasta a gran escala.

¿Cuál es la solución? Pues no hay solución Valentín, la solución es encontrar un punto de equilibrio: ni demasiado estricto que paralice cualquier iniciativa, ni demasiado laxo que fomenta la corrupción. Los políticos en mi opinión, no deben dedicarse solamente a legislar, sino también a derogar aquellas leyes que sean excesivamente garantistas y que paralizan la iniciativa de los propios políticos cuando son cargos ejecutivos. Y si hay algún abuso para eso está están los jueces, y los medios de comunicación, para denunciarlo públicamente. Un saludo