Solidaridad que mueve el mundo

Hay motores que mueven el mundo y son potentes, poderosos e imprescindibles. Uno de ellos es el amor, el amor en el concepto más amplio. Otro de esos motores es la solidaridad.

Y en estos tiempos en los que magnificamos las cosas negativas, que no digo yo que no existan y muchas, creo que también hay que hacer grandes las acciones positivas y solidarias y felicitarnos porque el mundo esté poblado por gente dispuesta, siempre dispuesta, a arrimar el hombro sin pedir nada a cambio. Y es que contar lo positivo, evidenciarlo, felicitar por los trabajos bien hechos, por las buenas acciones, nunca, nunca está de más. No es lo más habitual pero es esencial hacerlo.

Si hablamos de solidaridad ejemplos no nos faltan en esta ciudad nuestra y en los últimos días se han producido varios que creo merecen nuestro aplauso.

El primero ha tenido como protagonista el deporte: 48 horas de atletismo a favor de la entidad palentina Mundo Azul formada por familias de personas con TEA, Trastorno del Espectro Autista. Como escenario el Parque del Salón. Se sumaron muchas personas y liderando el esfuerzo de todas ellas un hombre, David Ontaneda, que corrió las 48 horas con pequeños descansos. Bravo.

Este sábado tuvimos otro de esos ejemplos con el trabajo del diseñador de alta costura José Martín con un desfile solidario a favor de la Obra Social del Centro Asistencial San Juan de Dios. Fue mucho más que un maravilloso desfile en el Casino, fue una oportunidad para visibilizar la enfermedad mental y para convertir en protagonistas en la pasarela, junto a modelos profesionales, a varias usuarias y usuarios del Centro. Fue tanta la emoción y tanta la gente que echó una mano que es difícil encontrar las palabras para describir lo que allí ocurrió. Así que simplemente diré gracias.

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El mismo día, el pasado sábado, un grupo de mujeres estupendas, apasionadas de la música, pusieron su buen hacer al servicio de la labor que dos asociaciones, ACLAD y DIVERSAS, realizan en nuestra ciudad. Música que sirvió para que los pies volaran y también lo hicieran los objetivos de estas organizaciones, que tuvieron un doble empujón: de imagen y conocimiento, y de recaudación de fondos. Bravo por ese Tardeo Canalla tan especial.

Y en unos días viviremos otra de esas fiestas de la solidaridad. En este caso se trata de una cena a favor de la investigación del cáncer infantil, organizada por la Asociación contra el Rabdomiosarcoma. Yolanda y Nacho perdieron a su pequeño hijo por este tipo de cáncer de desarrollo y desde entonces están volcados en recaudar fondos para que la investigación no pare. Aún están a tiempo. Será el próximo día 24 de marzo.

Si ya forman ustedes parte de este grupo de gente solidaria, generosa, implicada, decidida a mirar más allá de sus propias necesidades, a empatizar con los demás y a moverse para cambiar la realidad, gracias, y si nunca se sumaron aún a un evento solidario, prueben, les aseguro que recibirán mucho más de lo que den.