Roa rebosa hermandad

Roa

Estandartes, insignias, medallas, varas y escapularios. El centro de Roa se ha llenado este sábado de simbología cofrade en el Encuentro Diocesano de Hermandades y Cofradías que ha reunido en la villa raudense a más de 350 personas procedentes de toda la provincia en representación de medio centenar de colectivos del norte al sur de Burgos. La jornada ha transcurrido entre la formación, la convivencia y la celebración.

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De la formación se ha ocupado el historiador local, Juan Antonio Casín, que se ha detenido en el peso de las cofradías raudenses a lo largo de la historia. Por su parte el delegado diocesano de Religiosidad Popular, el sacerdote Lucinio ha recordado los tres fines de cofradías y hermandades: dar a Dios el culto debido, ejercer la fraternidad y caridad entre sus miembros y entre los más desfavorecidos y ofrecer formación a sus componentes.

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La villa anfitriona también ha tenido especial protagonismo en el acto central del día, celebrado a continuación, con la procesión que han realizado los asistentes desde la iglesia de San Esteban hasta la de Santa María portando los estandartes de cada colectivo participante, con especial representación de la Ribera, territorio de acogida en esta ocasión. La imagen de la Virgen de la Vega, patrona de Roa, abría la procesión, seguida de estandartes y pendones de los colectivos participantes. Tras ellos la imagen de San Roque, los sacerdotes de arciprestazgo con el Vicario de Pastoral de la diócesis y cerrando la procesión los priores y hermanos mayores con la vara que los identifica.

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Al finalizar el recorrido y antes de entrar en la iglesia para celebrar la misa, niñas del grupo de jotas y danzas Rauda de la localidad han bailado ante las imágenes y los participantes en la comitiva.

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La jornada se ha cerrado con una comida de hermandad