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Cinco astados de Cebada Gago terminan un complicado encierro de San Miguel en Cuéllar

El encierro se ha saldado con dos heridos, uno de ellos por asta de toro. Ambos han sido trasladados al hospital. El sexto toro ha sido anestesiado en la pimpollada de El Embudo mientras que a las calles entraban primero tres astados y cuarto y quinto de forma separada.

Cinco de los seis astados de Cebada Gago salen de Las Máquinas en el encierro de San Miguel en Cuéllar / Cristina Sancho

Por segundo año consecutivo Cuéllar ha celebrado un encierro tradicional al estilo de la villa con motivo de la festividad de San Miguel, patrón del municipio. Las reses de Cebada Gago ha dejado un encierro desfigurado con dificultades en el traslado por el campo y por las calles. Cinco de los seis astados han llegado a la Plaza de Toros en tres grupos. El último entraba en el coso a las 11 de la mañana después de que el encierro llegara a las calles a las 10 horas como estaba previsto. El parte de enfermería deja dos heridos, uno de ellos por asta de toro.

La salida de los corrales ha sido limpia, tranquila y con fuerza a las 8.30 horas, al igual que también ha sido tranquilo el paso por el pinar. Las dificultades han comenzado en el paso de Las Máquinas y la carretera de Cantalejo donde la manada se dividía. En un primer grupo pasaban cinco astados y el sexto se quedaba rezagado y arremetiendo en varias ocasiones contra la malla de ocultación situada en el polígono Contodo. En este punto uno de los caballistas ante las dificultades existentes para sacar al toro ha tenido que saltar por el vallado. Tras muchos esfuerzos de algunos caballistas y del director de campo, Pedro Caminero, que ha tirado en reiteradas ocasiones del animal con una chaqueta enganchada en la pica ha conseguido que cruzara la carretera y ascendiera por las tierras de labor muy despacio hasta conseguir juntar a la manada.

Los seis astados de Cebada Gago pasaban el primer túnel de la autovía juntos y tal y como señala el alcalde de la villa, Carlos Fraile en su análisis del encierro, "siempre ha habido un toro, que se iba quedando atras de la manada". Este astado finalmente ha sido anestesiado en la zona de la pimpollada de El Embudo cerca de las once de la mañana ya que resultaba imposible sacarlo de allí. La bajada al Embudo ha sido disgregada. Primero entraban a las calles de la villa tres astados acompañados con los bueyes, cuarto y quinto lo hacías mucho más tarde tarde y de forma separada. Dos astados se quedaban en el margen izquierdo del Embudo, uno de ellos produciendo situaciones ya que en varias ocasiones arremetía contra un poste de luz donde había subidas cuatro personas. Un toro negro ha descendido al Embudo por la cuesta de Castilviejo golpeando a dos espectadores que han bajado la pendiente golpeados por el animal. Finalmente y tras mucho esfuerzo los caballistas conseguían hacerse con el cuarto y quinto astado para que entrarán en el recorrido. El quinto lo hacia con bastante fuerza pero arremetiendo contra el vallado.

En el recorrido por las calles, tres toros han entrado en primer lugar permitiendo algunas carreras a los corredores que se han tenido que esforzar con los otros dos astados para junto con los pastores tirar de ellos hasta llegar a la plaza. El quinto de los toros iba haciendo arrancadas por todo el trayecto hasta que a las 11 de la mañana entraba en la plaza de toros para dar por concluido el encierro especial con motivo del patrón San Miguel.

Según informa el alcalde de la villa "el parte de heridos recoge dos personas trasladadas al hospital". La Asociación Encierros de Cuéllar señala en su informe que uno de los heridos es por asta de toro y otro tiene fuertes contusiones. Por otra parte, en las calles de la villa no han faltado la animación del baile de Rueda antes de la llegada del encierro con los tradicionales bailes y en la puerta de los corrales del río Cega también se han ofrecido las tradicionales sopas de ajo, al igual que el aguardiente en el cruce de la avenida Camilo José Cela.

Desde la Asociación Encierros de Cuéllar, señalan en su informe diario que "se vuelve a repetir la situación en la que al necesitarse cabestros de cola para conducir a los toros rezagados, todo el contingente se encuentra ya en la Plaza de Toros". Señalan también una menor afluencia de caballistas aficionados que en el ciclo principal de encierros en las fiestas de Nuestra Señora del Rosario. "Mucho trabajo para la dirección de campo que resuelven aceptablemente", indican. Asi mismo destacan a los "muchos y buenos corredores ayudando a los pastores en su buena labor de hoy de conducir a los toros a la plaza en un encierro muy complicado y disgregado. Aunque no aprobamos la actuación de algunos pastores intentando conducir al toro desde dentro de las talanqueras". Por último destacan la gran animación de las sopas de ajo, el baile de rueda y el aguardiente.

Por último, el alcalde de la villa, Carlos, Fraile apunta que con el encierro de San Miguel se cierra el ciclo de encierros de la Villa. "Ahora hay que analizar lo sucedido en los seis encierros. Ya hemos tenido una primera reunión con los componentes del Consejo Sectorial de fiestas. "Agradecemos a todos los que han participado en estos encierros para que se haya podido cumplir el rito de encerrar reses en Cuéllar".

Por la tarde tendrá lugar el festejo de plaza cuyo cartel ha sufrido variaciones. Causan baja Román e Isaac Fonseca y serán sustituidos por Juan de Castilla y Octavio Chacón. El resto del cartel se mantiene con Jorge Isiegas y el rejoneador Óscar Borjas. Los matadores de toros lidiarán los astados de Cebada Gago que han protagonizado el encierro mientras el rejoneador hará lo propio con un toro de la ganadería de Valdemoro y si en quinto lugar no se ha utilizado el sobrero de esta misma ganadería también lo lidiará.

 
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