En Medio de Abril inicia este sábado sus visitas guiadas al campo de prisioneros

Aranda de Duero

La asociación En Medio de Abril inicia este sábado un programa de visitas guiadas a los vestigios de lo que fue en un campo de prisioneros en las proximidades de la estación de tren del Montecillo. El objetivo de este colectivo es dar a conocer una parte de la historia más reciente que tuvo este enclave como escenario durante la Guerra Civil y los primeros años de la posguerra.

José María Rojas, miembro de esta asociación, entiende que la gran mayoría de la población ignora que en lo que ahora son unas naves abandonadas durante varios años fueron recluidos varios miles de personas en un episodio más de esta página negra de la historia, donde este nudo ferroviario se convirtió en un recinto de reclusión de paso mientras las tropas rebeldes iban ganando terreno hasta hacerse con todo el país. “Como las tropas golpistas iban avanzando, haciendo sus prisioneros y tenían que meterlos en algún sitio, alguien decidió que Aranda de Duero era un lugar idóneo, porque tenía una vía de ferrocarril hecha que enlazaba a Burgos y había dos naves en concreto que podían albergar a sus prisioneros; entonces hicieron unos planos y se metieron unas naves más de madera y dijeron que aquello valía como para unos 1.500 prisioneros, aunque lo cierto es que se llegaron a albergar hasta 4.500 en algunos momentos”, detalla Rojas que la única pretensión es “que se conozca, simplemente, porque aquí también como en muchos otros lugares, porque todo el mundo ha oído hablar del de Miranda de Ebro que por ser el más longevo fue, por desgracia, más famoso y porque por ahí pasó gente más importante, pero por Aranda, que era un campo de prisioneros de paso donde eran reclasificados y enviados a cárceles o a otros sitios o puestos en libertad o mandados a luchar de nuevo con el ejército franquista, pues pasó mucha gente”, añade.

Hay algunas imágenes, pocas, como testimonio de este episodio, que recogen también un par de libros y algunas reseñas más. Esta asociación memorialista cuenta también con documentos que hablan del fallecimiento de algunos de los prisioneros, en alguno casos por las duras condiciones de hacinamiento. Una de esas actas recoge también a su manera una muerte por suicidio y tres por disparos de los guardianes por lo que interpretaron como un intento de fuga.

Las visitas no requieren inscripción previa y serán el primer sábado de cada mes, partiendo a las doce del mediodía de la esquina de la estación de autobuses.

En Medio de Abril sigue trabajando en otras iniciativas para poner en valor la memoria de este campo de prisioneros. A este respecto, tiene un proyecto de habilitar un museo de la memoria en instalaciones en desuso de la estación de tren, que deberá salvar el escollo de que ADIF lo autorice.