Valladolid

La Audiencia de Valladolid sentará en el banquillo el día 12 de diciembre a uno de los tres presuntos cómplices del secuestro de una mujer en San Martín de Rubiales durante el verano de 2021. Por estos hechos ya fue condenado el principal inculpado, expareja de la víctima sobre el que recayó una condena de más de 18 años de cárcel. En aquel momento las otras tres personas consideradas cómplices por la fiscalía se encontraban en paradero desconocido. Una de ellas, el hombre que conducía del coche donde viajaba la víctima el día que fue secuestrada es quien será enjuiciado en diciembre, después de que la vista fuera suspendida el pasado mes de mayo por fallos en una formalidad.

El delito fue cometido por un exmilitar de origen búlgaro que se llevó por la fuerza a su expareja con la que compartía vivienda en San Martín de Rubiales para tratar de convencerla de retomar la relación. La mantuvo retenida durante tres días en una zona indeterminada entre las provincias de Burgos y Valladolid, donde finalmente fueron localizados por la Guardia Civil, en un paraje de Corrales de Duero en el marco de una espectacular operación policial que mantuvo en vilo a la comarca durante varios días.

La Audiencia Provincial de Valladolid juzgará ahora como cómplice del delito a otro varón que conducía el vehículo en el que viajaba la víctima el día del secuestro. Se le acusa de haber proporcionado información sobre horas y trayecto al condenado, gracias a lo cual pudo interceptar el vehículo, sacar a la mujer por la fuerza y llevársela contra su voluntad.

La Fiscalía solicita para el acusado una pena de cuatro años y diez meses como cómplice de un delito de detención ilegal, además de orden de alejamiento de la víctima durante siete años y el pago de 3.000 euros de forma conjunta y solidaria con el ya condenado en concepto de responsabilidad civil.

El suceso que mantuvo en vilo a la comarca en el verano de 2021

Tal y como recuerda Europa Press los hechos se remontan al verano de 2021 y tuvieron como colofón el secuestro de la víctima, de 45 años, por parte de su entonces pareja, de 53, tras la ruptura de la relación acordada por ella ante las amenazas de muerte y maltrato físico que empezó a sufrir desde 2018 durante la convivencia de ambos en una vivienda de San Martín de Rubiales (Burgos).

La relación se deterioró gravemente, en especial desde marzo de 2021, cuando el condenado comenzó a mostrar una clara actitud de dominación sobre ella, a la que no dejaba salir sola a la calle y en repetidas ocasiones le decía que la iba a matar, como durante el episodio ocurrido el 12 de junio de 2021 cuando ella asistió al cumpleaños de una amiga.

La situación llegó a tal punto que la mujer se fue a vivir finalmente a casa de su empleadora en un pueblo de Valladolid, circunstancia que Kiril no aceptó. Sus llamadas telefónicas insistentes a su expareja para que volviera a casa no dieron sus frutos. Incluso en ese mes de junio, la mujer acudió a su antigua vivienda acompañada de otras dos personas para recoger sus pertenencias y el acusado llegó a encerrarles en casa a los tres con el fin de tratar de convencer a su exnovia para continuar la relación.

Vehículo interceptado

Dado que no lograba su propósito, el ya condenado presuntamente se compinchó con otras tres personas para secuestrar a su pareja. Para ello contactó con la persona que ahora se juzga y quien normalmente trabajaba en las mismas tierras que la víctima y solía conducir el turismo en el que se trasladaban hasta el tajo.

Así, tras haber sido informado por el ahora acusado de la hora y trayecto seguido para trasladarse al lugar de trabajo en Mambrilla de Castrejón (Burgos), la expareja de la víctima y otros dos de los acusados, interceptaron a primera hora del día 7 de julio de 2021 el vehículo en el que viajaba la víctima. El ya condenado cruzó su coche y logró la detención del turismo en el que viajaba su ex, a la que acto seguido introdujo a la fuerza en el suyo y, en compañía de los otros dos presuntos cómplices aun no juzgados, trasladó hasta un monte. Allí quedaron solos el autor del delito y la víctima, a la que el primero mantuvo atada durante tres días en aquel escenario intentando convencerla para que retomara la relación, siempre con amenazas de muerte a pedradas e incluso con quitar la vida a sus hijos, que no viven en España.

Finalmente, el 9 de julio, en el marco de una amplia y complicada investigación y fruto del dispositivo de búsqueda desplegado en la comarca burgalesa de La Ribera, con apoyo de un helicóptero, se localizó en Corrales de Duero (Valladolid) el vehículo que se investigaba desde días atrás, parado en un camino terrizo, y en su interior fueron halladas el acusado y su expareja.