Mantenimiento y limpieza, claves para evitar las intoxicaciones por monóxido de carbono
Casi un centenar de personas se vieron afectadas en la comunidad en 2022
Las malas combustiones pueden producir niveles peligrosos de monóxido de carbono / Cadena SER
Valladolid
90 personas sufrieron intoxicaciones por monóxido de carbono en 2022 en Castilla y León; a falta de que la consejería de Sanidad actualice los datos del presente ejercicio, según las hemerotecas, al menos medio centenar de personas han padecido esa misma intoxicación en la comunidad. Un cifra que previsiblemente aumentará en las próximas semanas con el inicio del frío y la puesta en marcha de calefacciones y estufas.
En demasiadas ocasiones estas intoxicaciones se dan por un inadecuado mantenimiento de los equipos y conductos. Tal y como explica Carlos Oliván, presidente de la Asociación Española de Fabricantes de Estufas, Chimeneas y Cocinas, lo ideal es hacer una limpieza a fondo una o dos veces al año, dependiendo del uso: "Tanto el equipo como, sobre todo, los conductos de evacuación, los tubo de la chimenea, hay que mantenerlos: deshollinar con relativa periodicidad, en función de la intensidad del uso... si es mucho, habría que hacerlo una vez al año". A ese mantenimiento de los elementos de evacuación hay que añadir el mantenimiento del propio equipo, limpiando la estufa o chimenea para que no acumule hollín.
Carlos Oliván, presidente de la Asociación Española de Fabricantes de Estufas, Chimeneas y Cocinas, explica la forma de prevenir las intoxicaciones por monóxido de carbono
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Los braseros, en el punto de mira
Contra lo que no cabe prevención alguna son los braseros, protagonistas de los dos últimos intoxicados por monóxido en Villar del Buey, en Zamora. Por eso, es mejor olvidarse definitivamente de estos elementos: "Los braseros son elementos antiguos y muy peligrosos; no hay llama pero hay combustión que genera monóxido la única solución sería ventilar la habitación, pero no tendría mucho sentido calentar por un lado la estancia y por otro mantener la ventana abierta entra do frío". Por eso, tanto asociaciones de bomberos y otras organizaciones, como la propia AEFECC, recomiendan no utilizar estos elementos.
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Consejos para evitar sustos
El monóxido de carbono es un gas tóxico inodoro, incoloro e insípido, por lo que no podemos detectarlo, por lo que resulta especialmente peligroso en espacios cerrados donde hay déficit de oxígeno. Por ello, además de las mencionadas revisiones y limpieza, se recomienda no utilizar estos aparatos en dormitorios, verificar que la llama que emiten sea del color adecuado (cuanto más azul, mejor), no cubrir la parte inferior de los hornos de gas, ya que se bloquea la circulación de aire y provoca una combustión incompleta, e instalar un detector de este gas en las viviendas.
Recomendaciones del 112 de Castilla y León para prevenir las intoxicaciones por monóxido de carbono / 112 Castilla y León
Los síntomas más habituales que puede presentar una persona afectada por la inhalación de monóxido de carbono son mareos, dolor de cabeza, vómitos, calambres y desvanecimientos súbitos. Ante el más mínimo indicio de esta situación, se recomienda abrir todas las puertas y ventanas que sea posible, llamar al 112, alejar todo lo posible a las personas intoxicadas del origen del monóxido de carbono y, en caso de que se trate de una fuente de calefacción por combustible vegetal, sacarla al exterior de la vivienda si es posible.
