Un ángel con árbol genealógico

Aranda de Duero

A Ruth, con sus cinco años, lo que más ilusión le hace es volar. Pero no en avión, o en globo. Quiere volar con sus alas y saber que quienes la ven desde abajo la animan y admiran la belleza de su vuelo. Y está a punto de conseguir que ese sueño se haga realidad. Ruth Arnaiz García es la niña que encarnará el ángel este próximo domingo de Pascua en la ceremonia más esperada de toda la Semana Santa arandina: la Bajada del ángel

Miembro desde que nació de la Cofradía de las Candelas, que es la encargada de custodiar y revivir cada año este auto sacramental, Ruth estaba encaminada desde sus primeros días de vida a participar en esta antiquísima y querida tradición arandina. Y también impulsada por su propia tradición familiar. Hija y nieta de cofrades, bisnieta y sobrina de fundadores de Hermandades (la Oración de Jesús en el Huerto y Jesús Resucitado, respectivamente) , Ruth seguirá este año los pasos (y los vuelos) de su hermana Irene, que fue el ángel de la Bajada de 2019, y que ha estado muy atenta para darle buenos consejos.

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También su madre, Noelia García, miembro ella misma de varias Cofradías, está pendiente de la ilusión que comparte con sus hijas "que han procesionado desde que empezaron a andar", explica, y a las que ha transmitido la tradición familiar y de todo el pueblo arandino.

Ni la madre ni la hija tienen miedo a la altura desde la que descenderá la pequeña para quitarle el velo a la Virgen el domingo de Pascua y anunciarle la Resurrección de su Hijo. Porque si hay un pequeño temor solo es que la lluvia rompa los planes más bonitos para esta niña, a la que, eso sí, ya le han crecido sus propias alas.