Sociedad

Historias de Salamanca. San Isidro le quitó a San Isidoro su templo

El aulario universitario de hoy fue cochera, imprenta, Redacción, centro religioso... e iglesia y siempre bajo la amenaza de ruina

Como casi todo en Salamanca, San Isidro tiene algo de universitario: en 1976, su vieja iglesia se destinó a ampliar las dependencias de la Facultad de Derecho, que entonces se encontraba en la Plaza de Anaya. Al lado.

Historias de Salamanca 15 mayo 2024

06:56

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Más tarde se convirtió en aulario, sobre todo de cursos internacionales, y ahí sigue. De momento es el último destino de un edificio que antes de su graduación universitaria fue muchas cosas.

Fue, por ejemplo, estación de autobuses.

Allí estacionaban coches de línea a la provincia e incluso los de Madrid, dando lugar a un trajín de viajeros y maletas muy pintoresco y aún recordado.

Ya tenía cierta relación con el motor ya que en los años treinta del siglo pasado fue garaje, Garaje Matías.

A esta condición llegó después de la reforma que dirigió Genaro de No, que tuvo lugar después de que la iglesia hubiera visto nacer La Gaceta Regional y la impresión de El Salmantino, así que fue –en efecto—imprenta.

Imprenta católica porque allí, en aquel espacio, tuvo su sede el Círculo Tradicionalista, la Adoración Nocturna y el Círculo Obrero, puesto en marcha por el Padre Cámara.

Tuvo teatro y cine.

Y tuvo, sobre todo, mucha suerte, porque en no pocas ocasiones se pensó en su derribo por su mal estado. El mismo que hizo recomendable suprimir sus cultos el 31 de diciembre de 1886.

Como al perro flaco todo son pulgas, un incendio poco después, empeoró las cosas.

Hablando de fuego, la tradición afirma que hubo un cuadro en la iglesia, de siglos atrás, en el que aparecían algunos salmantinos de apellido ilustre señalados como judíos conversos. Sus familias buscaron generación tras generación eliminar aquel cuadro hasta que –por fin—lo consiguieron.

Ser del cuadro de San Isidro, no estaba bien visto.

En 1907, el Boletín de la Real Academia de la Historia decía:

En virtud de un decreto de las Cortes, dado á 22 de Febrero de 1813, quitaron del presbiterio de esta iglesia un cuadro, que volvió á ser colocado en 1814, y al fin quemado en la plaza de la Lonja el 8 de Mayo de 1821, que servía de motivo de ignominiosa mortificación á varias familias, por hallarse en él representados algunos de sus ascendientes condenados por judaizantes; la frase vulgar de ser de los del cuadro de San Isidro, imprimía vergonzosa nota, de que se procuraba huir, evitando enlazarse con aquéllas.

San Isidro era, en realidad, de San Isidro y San Pelayo, porque la iglesia de tal nombre desapareció con la construcción del edificio de la Compañía de Jesús y sus rentas pasaron a la de San Isidro, iglesia –la de San Isidro—que en realidad era de San Isidoro.

Dice la tradición que se trasladaban los restos de San Isidoro de León desde Sevilla a la capital leonesa, que hicieron un descanso en Salamanca y que cuando quisieron alzar la urna para reemprender el camino no fue posible. No había fuerza humana, ni individual ni colectiva, que pusiera levantar la urna del suelo.

Aquello se interpretó como un deseo de San Isidoro y una vez comprometida la ciudad, por sus autoridades, a fundar una iglesia en su honor y con su nombre, la urna pudo ser levantada y seguir camino hacia León.

No sabemos cómo llevará San Isidoro que su iglesia acabara siendo de San Isidro.

La iglesia se fundó en 1063 en una zona importante de la ciudad: entre el azogue o mercado y la Puerta del Sol, que se encontraba donde está hoy la Casa de las Conchas. La actual calle Libreros era denominada Rúa Nueva o calle que va de San Isidro a San Millán. De su plaza sale la calle de Serranos, donde los estudiantes compraban y empeñaban enseres, y a su lado estuvo, nada menos, que la estafeta.

No fue una iglesia especialmente agrícola, un sector que patronea San Isidro. Esa condición se la deja a San Pablo, donde está la imagen de San Isidro, que procesiona el 15 de mayo. Es lo justo, al fin y al cabo, las huertas salmantinas se encontraban en las afueras de su puerta, la Puerta de San Pablo.

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