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Historias de Salamanca. La castiza e isabelina Escalera Municipal

El solemne acceso al salón de recepciones del Ayuntamiento de Salamanca vio sus primeros días en el madrileño Palacio del Conde de Santamarca, en la madrileña calle de Alcalá

Salamanca

NO, la Escalera del Ayuntamiento de Salamanca, que se sube o baja en ocasiones especiales no siempre ha estado ahí y encima, no es original de la Plaza Mayor sino postiza: vino de Madrid.

Historias de Salamanca 28 mayo 2024

La escalera del Ayuntamiento de Salamanca formó parte del palacio del Conde de Santamarca, que se encontraba en la calle Alcalá, en parte de lo que actualmente es Banco de España. El edificio ocupaba desde la calle Marqués de Cubas hasta casi con la esquina de Cibeles, y siendo su dueña Carlota, Condesa de Santamarca, pensó en destinar ese edificio a colegio. Hablamos de 1910. Aquella obra era un “obrón” y la condesa buscó un espacio en otro lugar para el colegio, empleando en su construcción el dinero que consiguió del Banco de España, que compró el palacete para su ampliación, y de otras instituciones, como el Ayuntamiento de Salamanca, que adquirió la escalera de aquel palacio isabelino vinculado a la figura de Bartolomé Santamarca, uno de aquellos amigos banqueros que tuvo la reina Isabel II.

La Historia nos dice que la escalera original de la Casa Consistorial, diseñada por Churriguera, no dio la talla y fue sustituida por otra de corte modernista, que tampoco iba muy allá y en 1930 generó una duda: repararla o sustituirla.

Fue entonces cuando aparecen en escena el arquitecto Luis Vega Pérez y el maestro de obras Gaspar Figueras Móstoles, que ofrecen al Concejo salmantino una obra acorde al edificio del consistorio. Una escalera imperial, de mármol de Carrara, y con un espejo mural que reflejaba y refleja el salón de recepciones dando una profundidad y grandeza a la entrada como no la había tenido.

La Escalera se adquiere por algo más de 29.000 pesetas, a las que habría que sumar el coste de la obra.

Aquella escalera, de 1846, el año en el que se construye el Palacio madrileño del conde de Santamarca, vio fiestas, reuniones económicas, celebraciones de todo tipo, conspiraciones y todo lo que podamos imaginar junto a las estatuas y candelabros que formaban parte de ella y que no vinieron. Para infortunio, además, las vidrieras que sí tenían previsto venir se quebraron. Un desastre.

Según la información de la época en mayo de 1931 se adjudicó por concurso que fuese el conocido marmolista salmantino Samuel Seseña García el que emplazase la nueva escalera, que fue inaugurada oficialmente el 12 de septiembre de 1931 a los sones del Himno de Riego.

Salamanca era, entonces, republicana como el resto del país.

Por esta escalera imperial y de mármol de Carrara han subido reyes y reinas, príncipes y princesas, premios Nobel, pregoneros, hijos ilustres y adoptados por la ciudad, deportistas extraordinarios… Ha sido escenario para el posado de las nuevas corporaciones. Ha conocido república, guerra, dictadura, transición, monarquía, democracia. Y también a muchos recién casados que han unido sus vidas al final de sus escalones. Unos escalones imperiales, isabelinos y madrileños.