Desistimiento: el derecho (desconocido) que ha permitido a Noa quedarse en el Tierno Galván
Su familia espera que en septiembre cuente con todos los recursos que necesita
Valladolid
Noa se queda en el colegio Enrique Tierno Galván. Esta niña, con Síndrome 5 p-, una enfermedad rara, inició hace meses una lucha por quedarse en su centro escolar después de que la Junta de Castilla y León le recomendara una educación combinada entre un colegio especial y uno ordinario, pero nunca el suyo. La razón que le dio la consejería de Educación es que el Tierno Galván no tenía los recursos suficientes para ella. Pero la decisión última es de los padres y en este caso han peleado hasta conseguirlo.
Y no ha sido fácil: han tenido que recurrir al desistimiento, un derecho que tienen las familias de renunciar a la elección de centros que hacen para el siguiente curso y que muchas de ellas desconocen. Es más, trabajadores de la comunidad educativa no sabían bien cómo funcionaba y en la web de educación tampoco se informa sobre ello.
Laura Jódar, madre de Noa, explica cómo ha logrado que su hija se quede en su centro educativo de Valladolid
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Pero la solidaridad de otras familias que han atravesado situaciones similares, como la de Fabio, permitió a la madre de Noa, Laura Jódar, llegar hasta ese derecho y ejercerlo: "Tienes que hacer un escrito y presentarlo en el colegio que elegiste en primera opción; cuando llegué, la secretaria me dijo que en veinte años no lo había hecho nunca,. Tuvo que llamar a la Junta y le explicaron como hacerlo, porque no hay ninguna casilla, sino que directamente tienen que 'tirar a la basura' el documento de Noa".
Nuevo reto en septiembre
Están felices por haberlo conseguido- llegaron a abrir una petición en change.org para recoger firmas- pero no quieren lanzar las campanas al vuelo. Y es que queda por delante otra batalla: que a Noa le den los recursos que necesita y no los que el centro reparte sin tener en cuenta esas necesidades, que es la forma de proceder hasta ahora: "Me han dicho que hasta septiembre no me dirán lo que darán a Noa, porque hasta que no sepan los recursos que tienen y lo niños que tienen que usarlos, no me dicen lo que le van a poder dar".
Laura denuncia de nuevo falta de transparencia en estos procesos ya que el informe psicopedagógico refleja las necesidades genéricas de Noa, no cuántas horas semanales debe recibir de cada uno de ellos, por lo que el centro en realidad no atiende a sus necesidades, sino que hace un reparto equitativo. Y pone un ejemplo que ha vivido en su propia casa ya que su otro hijo, que no tienen necesidades especiales, se ha beneficiado del AL (Auxiliar de Lenguaje) durante una hora a la semana, igual que su hermana, cuya enfermedad afecta precisamente al lenguaje.
En los próximos días Laura se entrevistará, por fin, con la Directora Provincial de Educación - lo ha solicitado hasta en tres ocasiones. para reclamar precisamente esos recursos. Y la cosa comienza mal: este curso pasado, el centro no ha contado con el auxiliar técnico educativo (ATE) que necesitaba al menos uno de sus alumnos, situación que replica lo vivido en el instituto Jiménez Lozano, donde un solo ATE debe atender a al menos ocho alumnos en silla de ruedas porque desde enero falta uno auxiliar. Y es que de nada sirve reconocer las necesidades de los niños si luego no se dota a los centros de esos recursos.
Beatriz Olandía
Es redactora en Radio Valladolid y edita los informativos Hora 14 Valladolid y Hora 25 Castilla y León....