Sociedad

Historias de Salamanca. El Padre Cámara, impulsor de la devoción a San Juan de Sahagún

Su escultura es la tercera que se inauguraba en Salamanca tras la de Fray Luis de León y Cristóbal Colón, y estuvo emplazada en Anaya antes de su ubicación actual.

La historia de la escultura del P. Cámara comienza en la Plaza de Anaya, porque aquí se inauguró. Era la tercera escultura que tenía la ciudad dedicada a una de sus figuras, porque el Padre Cámara fue y es –sin duda—una de las figuras de la historia contemporánea salmantina.

Historias de Salamanca 14 junio 2024

04:25

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Sus enfrentamientos con Dorado Montero; su impulso a la construcción de la iglesia de San Juan de Sahagún o la Basílica de Santa Teresa; su atención a los enfermos de cólera durante las pandemias salmantinas; su capacidad para organizar y movilizar a la iglesia salmantina o su afán intelectual para relacionar ciencia y religión, hicieron de él un ciudadano clave en su momento. Lo que explica su escultura y su calle salmantina.

Una escultura que llegaba a esta plaza el 30 de abril de 1910, es decir, hace 114 años.

Desde 1974 la escultura se encuentra cerca de la Plaza de Anaya, su emplazamiento original, junto al Palacio del Obispo, cuya construcción impulsó él mismo. Pero, al principio se emplazó en la Plaza de Anaya, entre la Catedral y la Facultad de Letras.

Aquí se inauguró el 17 de mayo de 1910, seis años después de su muerte.

Fray Tomás Cámara, agustino, como fray Luis de León y San juan de Sahagún, nació en 1847 y entró como obispo de Salamanca en su diócesis el 12 de agosto de 1885. Es decir, fue obispo de Salamanca 19 años. Casi dos décadas de intensa actividad pastoral y en algunos casos polémicas.

Su muerte en el balneario cordobés de Villaharta el 17 de mayo de 1904 debido a complicaciones con su diabetes conmocionó a la ciudad.

Su cadáver llegó a Salamanca en tren el 21 de mayo para un entierro multitudinario, solemne y sentido, que tuvo como escenarios, la iglesia de San Juan de Sahagún, y la Catedral, donde es enterrado.

Horas después el Círculo de Obreros de Salamanca, creado por su impulso diocesano, pone en marcha la suscripción popular para su escultura.

La que llegó a Salamanca hace 111 años.

Es fácil suponer que siendo quien era, la inauguración de la escultura fuese por todo lo alto.

Y lo fue.

Cuatro obispos, autoridades, militares, representantes de las asociaciones católicas, vecinos y curiosos casi llenaron la Plaza de Anaya, el oficio religioso o el acto cultural en el Paraninfo, que tuvo lugar aquella tarde del 17 de mayo de 1910, con la presencia del mismo Miguel de Unamuno.

La escultura era obra del segoviano Aniceto Marinas, autor de los relieves en bronce de la fachada de la iglesia de San Juan de Sahagún, y el pedestal los realizó Enrique María Repullés, el arquitecto autor de la Basílica de Santa Teresa en Alba de Tormes o de la Bolsa de Madrid.

La escultura del P. Cámara incrementaba el escueto estatuario salmantino formado hasta entonces por la escultura a Fray Luis de León, inaugurada en 1869, y la de Colón, en 1893. La del obispo sería la segunda escultura tercera.

Y cumple 114 años.

 
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