José Ramón Nogales, medalla de oro por 35 años de dedicación y pasión por el graduado social

Aranda de Duero

En multitud de ocasiones hemos tenido la oportunidad de ahondar y 'aterrizar' la normativa o el mundo laboral en la voz de José Ramón Nogales. El ribereño forma parte del colegio de Graduados Sociales de Burgos, que recientemente ha concedido diversas medallas a varios de sus integrantes por su trayectoria. Dos de ellos metales han recaído en este territorio. Una para Sara Aguera por 25 años de trabajo, y nada más que 35 para José Ramón. "He tenido la suerte de poder elegir lo que quería, y de vivir de lo que quería. Soy vicepresidente además del colegio de Graduados Sociales de Burgos, y la verdad, me siento ruborizado y emocionado por el reconocimiento y las palabras que me han llegado", comenta.

Palabras como las de Benito Saiz, presidente del Colegio, que explica que "este año hemos tenido un plantel de reconocimientos importantes para las trayectorias profesionales de los que llevan 15,25 y más de 35 años" y "se ha puesto de manifiesto este valor para todos los compañeros que se han dedicado a ejercer esta digna profesión". "Dedicado al colectivo desde que se fundó, le hemos dedicado nuestro esfuerzo para que llegara a donde ha llegado. Tengo palabras de agradecimiento a su persona por el tiempo compartido y lo que ha dedicado a esta profesión", añade.

El currículum de Nogales es muy extenso -destaca la fundación de empresas como G&M prevención de riesgos laborales, GESDEM, PREVIAULA o AE Asesores Aranda, además de dirigir y enseñar en el máster superior en prevención de riesgos laborales, o su vicepresidencia de ASEMAR durante más de 9 años-, pero no solo hay que valorar lo referente a lo laboral, sino también -cómo no- lo social y colectivo, porque siempre ha sido una persona dispuesta a ayudar. "Me siento agradecido y afortunado. Aunque no sé si la suerte es el cruce de la preparación y la suerte", detalla, valorando los valores que le inculcaron en su familia, y recordando que "todos los estudios los he aplicado en mi tiempo libre, estudiando por la noche, y trabajando por el día cuando empecé con 15 años en Peache". También ha arbitrado, y no poco, en el mundo del baloncesto.

El primer trabajo "te da un jefe que te marca pautas para toda la vida" y esos conocimientos "son los que he aplicado". Así, los valores recibidos, conocimientos adquiridos, y los desarrollos formativos y la forma de encauzar lo profesional y lo personal, es lo que más destaca Nogales para el día a día. "Me siento vinculado al crecimiento de la ciudad, porque yo vine aquí con 25 años y he pasado más que en mi ciudad de origen. Las empresas con las que he trabajado son arandinas, mis amigos son arandinos, y allá donde voy, soy un embajador a muerte de mi Aranda de alma. No hay que mirarse tanto el ombligo, sino aportar. Debemos hacernos partícipes. Porque todo son sinergias que aportar. Y las asociaciones empresariales, como ASEMAR, hemos tenido que meter mucho tiempo, y no sabe que es una asociación económicamente pobre, pero de la que hemos sacado mucho rédito", expresa, sin buscar reconocimiento, pero sí valoración.

Aún quedan cosas por hacer en una vida que también marca la cultura o la historia. También el caminar con la familia y su mujer, Marisa. "Cuando trabajas con tu pareja a veces es muy fácil y otras difícil, porque en ideas a veces no pensamos igual, pero me ha dado un equilibrio muy importante, y ella se ha privado de muchos ratos libres", explica.

Nogales no solo se quedó con su trabajo. Decidió contribuir y hacer crecer su tierra adoptiva. Su tiempo no ha tenido el ocio que ahora sí disfrutará. Ese es parte del 'trabajo' que le queda por delante. Tener más ratos para él y los suyos. Que se lo ha ganado.

La charla al completo puede reproducirse en el audio superior.