El símbolo de la arquitectura industrial de Aranda que acapara la atención del curso de verano de Arte
Este lunes, Máximo López Villaboa pone en valor el contexto histórico y económico de la Azucarera arandina cuyas instalaciones se construyeron en 1941
Maxi López Vilaboa sobre el origen e importancia de la azucarera en Aranda
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Aranda de Duero
El Curso de Verano de la Universidad de Burgos que se desarrolla en Aranda bajo la dirección de Pilar Rodríguez y con el título “Mucho más que arte” se detiene este lunes en arquitectura industrial. De la mano de Máximo López Villaboa, la figura de la Azucarera que durante más de medio siglo representó una figura de desarrollo económico y tuvo consecuencias altamente positivas sobre la sociedad arandina y ribereña. La cita ha sido fijada para las 18.30 horas en la Casa de Cultura.
Construcción de la Azucarera de Aranda / Archivo fotográfico de Máximo López Vilaboa
En una conversación con este cronista de la historia de Aranda, hemos abundado en la SER en una infraestructura ”impulsada en plena postguerra, coincidiendo con la Segunda Guerra Mundial y un contexto de mucha necesidad para cualquier ciudad. Fue el Ministerio de Agricultura el que en octubre de 1941 dictó una orden para impulsar esta obra en la ciudad ribereña exigiendo al Ayuntamiento de Aranda de Duero una implicación total para desarrollar este proyecto. Aranda reunía todas las condiciones que se buscaban, estaba cercana al Duero a la carretera de Soria y a la estación de ferrocarril Valladolid-Ariza. El cultivo de la remolacha ya era importante en nuestra Comarca”.
Construcción de la azucarera de Aranda / Archivo fotográfico de Máximo López Vilaboa
Algunos datos demuestran la importancia de esta infraestructura y ponen en valor la capacidad que entonces demostró el Ayuntamiento arandino para estar a la altura de lo que el Ministerio de Agricultura exigía para “que se cumplieran unos plazos que eran muy estrictos. Hasta 600 personas trabajaron en la construcción de la Azucarera, con trabajadores no solo de Aranda de Duero sino llegados de muchos pueblos del entorno en bicicleta para incorporarse al trabajo”.
Construcción de la Azucarera de Aranda / Archivo fotográfico de Máximo López Vilaboa
En una época muy dura por el contexto de una España que acababa de salir de una Guerra Civil, de mucha pobreza “y aislada completamente, supuso un impulso enorme para el desarrollo económico. La remolacha ya era un cultivo importante pero la Azucarera condicionó la agricultura aún más en nuestro territorio”, explica Máximo López Villaboa.
Construcción de la azucarera de Aranda / Archivo fotográfico de Máximo López Vilaboa
Entre otros datos curiosos que cuenta el ponente de la charla en su conversación en la SER, expresa la curiosidad de un nombre propio, “el de Jaime Collboni, un catalán que vivió en nuestra ciudad y que llegó como jefe de electricidad de la Azucarera, que tuvo dos hijos, Jaime y Emilia. El primero disfrutó su infancia y juventud en nuestra ciudad para regresar después a Barcelona. En 1969 nació su hijo Jaume Collboni Cuadrado que es desde 2023 alcalde de la ciudad Condal”.
