Jesús del Río, el decano del periodismo en la Ribera del Duero

Aranda de Duero

Hablar de Jesús del Río es hablar de radio y periodismo. De un referente que durante décadas ha sido voz de Aranda. "La radio es lo sencillo. No nos ponen cara normalmente, y puedes hacer el programa en pijama", ríe alguien que ama este medio y que durante años y años lo ha desarrollado en nuestra tierra. "En los años 50 los políticos quisieron acercar la radio a la juventud, que fue cuando pegó el boom. Y se empezó con este medio. Ese fue el origen de Radio Juventud en Aranda, que estuvo un montón de tiempo, desde 1955 hasta el seteintatantos. Era un medio del estado", detalla, antes de explicar que su inicio en la radio "fue por cercanía a mi casa, donde uno de los programas de diario era el rosario, y el sacerdote que nos daba las clases era precisamente el que lo rezaba; no era propio que un rosario no tuviera contestación, y hubo un coro del instituto que subíamos y colaborábamos".

De camarero al micrófono

Después ya llegaron los cursillos de locutor y guionista, hasta que iba y venía al estudiar en Madrid en la universidad. "En el 61 tengo la primera foto con compañeros con Gloria Cilleruelo, que eran discos dedicados a lo clásico", comentaba. Eso sí, la radio entonces profesionalmente no daba lo suficiente. "El 100% de esos primeros años, quienes estábamos ahí teníamos nuestros trabajos aparte. Fui camarero, tuve una jefatura de una tienda de electrodomésticos y luego la concesión de Firestone, que fui el jefe de la sucursal. También he sido director comercial de una empresa de confección de señora, con lo que he tenido que hacer muchos viajes. Hasta que ya cambió todo cuando pasamos a ser Radio Cadena Española como preámbulo a la anexión a RNE", explica.

Del Río fue formador y dio lo mejor de sí mismo. También fue colaborador de El País. Fue el encargado de escribir aquel fatídico accidente de un camión que, sin frenos, acabó con la vida de cuatro personas. Porque hay noticias que no gusta dar. "El accidente del autobús que se dio en Vadocondes camino de la feria de la maquinaria con gente de aquí fue muy desagradable. Pero tienes que tirar para adelante, aunque te afecte como cualquiera", recuerda, aunque por contra también hay temas bonitos que contar. "Recuerdo plenos con la predemocracia y la democracia, y la evolución de Aranda. La gente es maravillosa en la ciudad. Pero hay o ha habido mucho descuido en mandatos de atrás y está muy fea, con tapias, y ahora con el cierre de comercios, la vida que da en la calle todo lo termina de 'arreglar', es una sensación agridulce", reconoce.

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Su vida

Su juventud -estudiaba en los Frailes- fue en las escalerilla de Valdazo. Hasta que por mudanza en Santo Domingo tuvo su segunda adolescencia, y ya con una familia de por medio, terminó en "una atalaya", es decir, "encima del puente, por lo que domino el Duero, el tráfico y todo". Escribir fue siempre su pasión. De ahí que tenga cuentos e historias guardadas, y se haya presentado a algunos premios. "Cuando lo leo digo, aquí es donde empiezo a descubrirme", señala, y sin contarse, "porque nunca me han dicho lo que tenía que escribir".

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Entrevistas ha hecho muchas, e incluso cuando la radio era viajera y Matías Prats, María Teresa Campos y todas las estrellas se pasaban. "Pero siempre les he visto desde el lado sencillo. Aquí en Aranda mucha gente querida, como Manolo Arandilla. Y muchos que se han quedado en el camino. Pero no quiero recordarlo porque me entristece. Los que me encuentro por la calle son de otra generación. Hay pocos con los que pararse, porque no hablan mi mismo idioma", se sincera.

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Eli, en casa y en la radio

Eli, su mujer, forma parte de la historia de la radio. "Absorbe mucho, como ya sabéis. Y era complicado porque estabas o podía estar ocupado en cualquier momento. Hubo una ocasión en la que se jubilaba alguien, hacía falta una auxiliar, y mi mujer ocupó el sitio. Ya desde entonces no tuvimos problemas, porque nuestra radio era la que buscaba personal a quien lo necesitara, la que se interesaba por buscar trabajadores para empresas, y eso era de las cosas que mejor han funcionado", reconoce.

La inmediatez y humanidad de la radio son características que pueden traspasarse a Jesús. Alguien que durante años entregó su pasión y objetividad al servicio de los demás.