Así ha sido la reapertura del sepulcro de Santa Teresa de Ávila para estudiar los restos de la primera doctora de la Iglesia
De momento no se han difundido imágenes de sus restos, pero los testigos dicen que "no hay color, no hay color de la piel, porque la piel es momificada, pero se ve sobre todo en la mitad de la cara"
Este 28 de agosto de 2024 ha sido un día histórico para la Orden de los Carmelitas Descalzos porque se ha reabierto en Alba de Tormes el sepulcro en el que se custodian los restos mortales de su fundadora, Teresa de Cepeda y Ahumada, Santa Teresa de Jesús.
Esto ha ocurrido muy pocas veces. La última fue hace 110 años. Así que sí, fue un día histórico para la orden, y para la Iglesia Católica, puesto que el Papa Pablo VI la reconoció con el título de Doctora de la Iglesia en el año 1970.
Y como merecía la ocasión, el acto de abrir la urna ha estado rodeado de solemnidad y de rituales de los que han venido informando las diócesis de Salamanca y Ávila.
El equipo está dirigido por Luigi Capasso, que ya ha tenido la oportunidad de analizar la reliquia del pie de la Santa que se guarda en el convento de Santa María de la Scala, en Roma.
Según informaba la Diócesis de Ávila son necesarias diez llaves para abrir el sepulcro. Tres llaves son para la reja exterior de hierro del camarín; otras tres, para la tapa de bronce incrustada en el arca de mármol por la parte anterior, y cuatro, para el delicado arca de plata en el que están las reliquias.
Existen tres juegos de llaves que son custodiadas por la priora de las Carmelitas Descalzas de Alba de Tormes (Monasterio de la Anunciación); el padre general de los Carmelitas Descalzos (en Roma) y el Duque de Alba (en el palacio de Monterrey, en Salamanca). Una de las llaves del arca interior de plata que pertenece a la monarquía española, se expone en el Convento de San Juan de la Cruz, después de que el Rey Alfonso XIII la entregó al prior de los Padres Carmelitas Descalzos antes de ir al exilio.
"Está en las mismas condiciones que en 1914"
— Marco Chiesa
Antes de la apertura del sepulcro y de los relicarios que guardan el corazón y la mano el reducido grupo de religiosos que ha tenido el privilegio de asistir han rezado y cantado un Te Deum.
Entre ellos estaba el postulador general de la Orden del Carmelo Descalzo, Marco Chiesa, quien ha sido el encargado de informar de que "está en las mismas condiciones que en la última apertura de 1914” de la que se conservan fotografías.
“Las partes descubiertas, que son el rostro y el pie, son iguales a las que eran en 1914”. “No hay color, no hay color de la piel, porque la piel es momificada, pero se ve sobre todo en la mitad de la cara. Se ve bien. Los doctores expertos, ven casi claramente el rostro de Teresa”, ha dicho Chiesa.
El estudio al que se va a someter los restos dará información sobre los últimos años de la vida de Teresa. Al menos en eso confía el postulador general de la Orden.
“Sabemos que los últimos años fueron difíciles para ella en caminar, en los dolores que ella misma describe. A veces, mirando un cuerpo, se descubre más de lo que la persona tenía. Analizando el pie en Roma, vimos la presencia de espinas calcáreas que hacen casi imposible caminar. Pero ella caminaba. Llegó Alba de Tormes y, luego, la muerte, pero su deseo era seguir y seguir adelante, a pesar de los defectos físicos”.
Para conocer las conclusiones a las que llega el equipo capitaneado por Luigi Capaso habrá que esperar todavía varios meses.