Objetivo: evitar que Castilla y León se convierta en la porqueriza de Europa
Más de trescientas personas se concentran en Aranda contra la macrogranja proyectada en Fuentemolinos
Aranda de Duero
Más de trescientas personas se concentraban este mediodía en la Plaza Mayor de Aranda de Duero para intentar evitar que se construya una granja porcina de 1.999 cabezas en el término municipal de Fuentemolinos, un municipio cuyas aguas ya están bastante castigadas por la incidencia de los nitratos.
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La plataforma ‘stopmacrogranja.fuentemolinos’, que convocaba esta concentración se ha visto respaldada por nutridos grupos de vecinos de Milagros y Fuentelcésped, compañeros de lucha en esta causa y en evitar que la Ribera del Duero se convierta también en un vergel de plantas de biometano.
En la concentración, que arrancaba con un minuto de silencio en memoria de las víctimas de la DANA, se coreaban consignas contra esta industria y otras relacionados con el sector porcino a gran escala y el tratamiento de sus residuos, pidiendo que se paralice este proyecto, que parece contar con los parabienes del TSJ de Castilla y León frente a la oposición ejercida desde el Ayuntamiento. “Cuando las instituciones te fallan, no te queda más remedio que empezar a luchar con otros medios, con manifestaciones, intentaremos hacerlo también a través de la Confederación Hidrográfica del Duero, porque tenemos ya las aguas contaminadas por los nitratos y a ver si podemos encontrar algún hueco a nivel legal porque los tienen muy bien estudiados y te montan una granja de 1.999 cerdos, que no hay ninguna diferencia con una de 2.000, pero en la legislación las medidas de seguridad son totalmente diferentes, entonces ahí no tienen que hacer informe de impacto ambiental, o sea, está todo montado para que puedan hacer las trampas necesarias y luego poder pedir ampliaciones”, denuncia Mariví Rodilla, vocal de la plataforma.
Un peligro para los acuíferos
La plataforma esgrimía esta semana en un vídeo en redes sociales los argumentos de la Confederación Hidrográfica del Duero, con conclusiones muy preocupantes sobre los efectos que puede tener esta planta para los acuíferos que abastecen al pueblo. Dice Mariví Rodilla que la empresa se ha comprometido no verter en esos terrenos los residuos, pero no parece que ese compromiso vaya a ser viable que se cumpla “En esa sentencia los promotores dijeron que no echarían los purines en las tierras que tenían preparadas, sino que las llevarían a la planta de Milagros, pero es pequeña y la otra está por construir y no la quieren en el pueblo”, detalla, a la vez que critica la postura amigable de la Junta de Castilla y León para con estos proyectos. “Nosotros estamos por una moratoria con este tipo de instalaciones, porque la política actualmente de Castilla y León, mientras que en algunos países como por ejemplo Holanda están dando ayudas para quitar las macrogranjas, porque están viendo el peligro que suponen, en Castilla y León nos vamos a convertir en la porqueriza de Europa, porque son proyectos y proyectos y según el consejero Quiñones como el biometano está de moda…”, lamenta.