Ávila es la provincia con más toxiinfecciones alimentarias
552 personas tuvieron problemas de salud por el consumo de alimentos contaminados o en mal estado el año pasado
Ávila
La ingesta de alimentos contaminados o en mal estado provocaron a lo largo de 2023 un total de 13 brotes epidémicos en la provincia de Ávila, con más de medio millar de personas afectadas.
En toda Castilla y León se declararon 39 brotes, con 802 afectados, de los que 14 precisaron hospitalización debido a la gravedad de los síntomas, según la información publicada por la Consejería de Sanidad.
Un año antes, en 2022, se registraron 37 procesos de estas características que complicaron la salud de 450 ciudadanos de la Comunidad, de los que 24 tuvieron que ser
Aunque el 66,7 por ciento de las intoxicaciones alimentarias registradas en 2023 se produjeron fuera del ámbito familiar –con mayor frecuencia en bares y restaurantes en comparación con residencias de mayores y campamentos-, el mayor porcentaje de personas hospitalizadas (11,6%) se dio en los brotes de consumo en el hogar.
Al margen de una inadecuada manipulación de los alimentos, es en los meses de verano, a consecuencia de las altas temperaturas, cuando se producen la mayoría de las intoxicaciones al proliferar bacterias como la salmonella, la escherichia coli O157:H7 o la listeria.
La principal amenaza es la salmonella
El agente microbiano desencadenante detectado con mayor frecuencia fue la salmonella que estuvo en el origen de 18 de los 39 casos de intoxicación alimentaria.
La infección por esta bacteria, que tiene un periodo de incubación de 10 a 48 horas con una temperatura óptima de propagación de 37 grados, se manifiesta con episodios de gastroenteritis aguda (vómitos y diarrea), fiebre, calambres, mareo y dolor abdominal.
El huevo y todas las comidas preparadas a partir del mismo, como son las mahonesas caseras, ensaladillas o tortillas son los alimentos con mayor riesgo de contaminación o deterioro.
Para evitarlo, se recomienda extremar las precauciones en la manipulación de los alimentos, separando los crudos de los cocinados, lo que significa no utilizar los mismos utensilios o recipientes. Es importante no romper la cadena de frío en los congelados, manteniéndolos a temperaturas seguras.
La Junta de Castilla y León vigila todos los años de cerca tanto industrias alimentarias como locales de hostelería, comedores escolares, cocinas de hospitales y residencias de mayores.
Así, se llevaron a cabo una serie de visitas periódicas por parte del cuerpo de veterinarios y farmacéuticos de Salud Pública que sólo en 2023 han alcanzado 43.22 establecimientos y han sumado 115.085 inspecciones en el conjunto de Castilla y León. Se tomaron 1.556 muestras de alimentos para su posterior análisis en la red de laboratorios de la Consejería de Sanidad.