León

Un plato de pescado o de marisco es casi un fijo en la mesa en las comidas y cenas navideñas. Especialmente en fin de año. Si ustedes lo han incluido en el menú, seguramente hayan tenido que rascarse el bolsillo. Por ejemplo la merluza ha subido la friolera de un 80% estos días. Y las almejas un 50%. Los mayoristas atribuyen esta escalada descontrolada de precios a la desaparición de las pescaderías de barrio. Apenas quedan ya negocios de este tipo en León y los supermercados, denuncian, han aprovechado su dominio del mercado para elevar su margen de ganancias al máximo. No solo en Navidad, sino durante todo el año. Aunque Julio Martínez, mayorista leonés, reconoce que en estas fechas se ceban especialmente con el cliente. El pesado, dice, ha subido de media un 15%. Muy por debajo del 80% que aplican algunas superficies

Sin relevo generacional

Los mayoristas atribuyen la desaparición de las pescaderías tradicionales a la falta de relevo generacional. Explican que trabajar el pescado es un trabajo duro y que requiere una formación muy concreta. Y quien la tiene, prefiere trabajar también en las grandes superficies donde las condiciones laborales son menos exigentes