Víctimas del Holocausto, sí; victimarios del pueblo palestino, también

Palencia

Buenos días, inmersos en nuestro pequeño mundo, que no va más allá de la distancia entre la cara y el Smartphone, acelerados por noticias que caducan en horas, nos hacemos insensibles a los verdaderos dramas y, aunque, nos tienen para comentar lo cercano, hoy, no puedo, mirar para otro lado.

Hamás es una organización terrorista y comete actos terroristas, como el de octubre del 23, pero, Hamás existe porque Israel la potenció para debilitar al líder palestino Arafat y a su organización, la OLP y, así, dividir Palestina en dos, Cisjordania y Gaza, e impedir la consolidación del estado palestino.

El Gobierno de Israel, aunque esté democráticamente elegido, lleva tiempo practicando el genocidio contra el pueblo palestino. Es, por tanto, con todas las letras, un Gobierno G-E-N-O-C-I-D-A., aunque sea Sánchez quien lo diga. Los judíos fueron víctimas del holocausto nazi, sí, pero, también son los victimarios, los asesinos, de los palestinos en una tierra que el derecho internacional dice que han ocupado y que tienen que compartir. Un pueblo que ha sufrido el holocausto no tiene patente para llevar a los mismos padecimientos a otros.

Según la RAE genocidio es, abro comillas, “el exterminio sistemático de un grupo humano por motivo de su raza, etnia, religión, política o nacionalidad”, cierro comillas. ¿No es esto lo que están haciendo en Gaza y Cisjordania? En menos de dos años, llevan más de 65.500 muertos, casi 18.000 niños, y 3,2 millones de desplazados. Están exterminando sistemáticamente de hambre a miles de personas; 14.000 bebes morirán en los próximos diez meses, están destruyendo los hospitales, para que no haya donde curarse de su metralla, están bombardeando campos de refugiados, matando, asesinando a discreción. ¿No es esto exterminio, aunque no sea en cámaras de gas como hicieron los nazis con los judíos?

Esto no son, como dice Pilatos-Feijoo, “actividades militares”, esto es un exterminio sistemático por parte de un invasor genocida en un territorio ocupado, creando un inmenso campo de concentración. ¡Joder Feijoo, si hasta la Conferencia Episcopal dice que son actos de limpieza étnica y pide el embargo militar integral!

Como genocidio lo define la ONU en su Convención para la Prevención y Sanción de éste delito: un delito perpetrado con la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso para limpiar el territorio donde Trump y amigos quieren hacer un gran resort turístico.

Si oponerse a esta barbarie, es, como dice Ayuso, ser antisemita, soy profundamente antisemita, aunque nada tengo contra los judíos, desde luego menos de lo que tuvieron los Reyes Católicos que los expulsaron del Reino o del odio que les tuvo el dictador de la conjura judeomasónica, tan admirados los tres por nuestra extrema derecha.

Que te etiqueten ahora de antisemita es estar en el lado correcto de la historia. Además, no tengo intención de visitar el Estado que está aplicando el plan desokupa de Trump ni EE.UU y la universidad aquí, de momento, respeta a los antisemitas.

Estoy orgulloso de que el Gobierno de mi país, junto al de Irlanda y Noruega, reconociera, hace más de un año, al Estado Palestino; sólo es cumplir el derecho internacional. Orgulloso de que sus presiones estén moviendo, a pesar de la mala conciencia de Alemania, a la Unión Europea a romper acuerdos con un estado genocida. Con Israel hay que romper, como el mundo civilizado rompió con Sudáfrica e hizo caer el régimen del apartheid donde el 8 por ciento de población blanca tenía a la mayoría negra en la esclavitud. Esto no va de Eurovisión, de votos telemáticos a dos manos para joder al Gobierno de aquí, esto va de blanquear un genocidio o de parar los pies a un estado genocida. Que cada uno elija lado.