El merendero de los Pelambres no abrirá hasta finales de agosto o principios de septiembre en el mejor de los casos

El presidente de la Diputación Provincial, Javier Faúndez, y el alcalde de Zamora, Francisco Guarido, han visitado las obras de reforma para el ahorro energético que se han llevado a cabo en el merendero de los Pelambres de Zamora, donde han informado también de los avances en el proyecto de construcción del Centro de Interpretación Zamora Paisaje Cultural que estará ubicado en el camino pastelero en la margen izquierda del Duero.

Son obras, junto con la rehabilitación de las Aceñas de Gijón, presupuestadas en algo más de un millón de euros e incluidas en el Plan de Sostenibilidad Turística del Duero. Un plan en el que participan 19 ayuntamientos liderados por la Diputación. Por lo que respecta a Zamora se contemplan esas tres actuaciones, una de ellas, la de los Pelambres, entregada este jueves al Ayuntamiento de Zamora.

El alcalde de Zamora anuncio que, tras la instalación de placas solares y la mejora del aislamiento térmico, en breve comenzará la obra interior de reforma de la carpintería, fontanería e instalación eléctrica y la posterior adjudicación del merendero que en el mejor de los casos podría abrirse a finales de agosto o principios de septiembre.

Tanto la actuación de los Pelambres como la construcción del centro interpretativo y la rehabilitación de las Aceñas de Gijón, adjudicadas a Tragsa por un presupuesto cercano al medio millón de euros, han sido licitadas por el Patronato Provincial de Turismo y están incluidas en el Plan de Sostenibilidad Turística financiado por la Junta a través de una subvención a ese patronato de casi cuatro millones cuatrocientos mil euros.

El futuro Centro de Interpretación del Paisaje Cultural de Zamora y el Duero, cuya acta de replanteo se ha firmado este jueves, será un equipamiento turístico y cultural diseñado para poner en valor la relación histórica, ecológica y social entre la ciudad y el río a lo largo de los siglos. El proyecto ha sido redactado por el arquitecto zamorano Luis González Prada y contempla la construcción de un edificio de planta baja y diseño contemporáneo, con una superficie de unos 200 metros cuadrados.

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