Sigue la lucha para que los restos de El Empecinado dejen Burgos para reposar en Castrillo, su localidad natal
El consistorio de la ciudad, tras los primeros contactos, no se muestra por la labor, a pesar de que prácticamente no tiene vínculos con ella

Descendientes de Juan Martín El Empecinado
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Peñafiel
La figura de Juan Martín El Empecinado no está intoxicada ni politizada. Todo lo contrario. En un año especial, cumpliendo los 250 años de su nacimiento en Castrillo de Duero y los 200 de su ejecución en Roa, la SER ha podido contactar con Ignacio Moratinos, un descendiente -de séptima generación- este personaje histórico plenamente ligado a la defensa de la Constitución y de España, pero también a la Ribera del Duero.
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"Lo llevo con mucho orgullo. Siempre he dicho que me considero Empecinado de sangre y de corazón. Ha trascendido por todos los valores y principios por los que luchó y murió. Es un héroe popular al que todos debemos rendir homenaje, procurando que ese homenaje se traslade a las generaciones venideras. Cuando los liberales se hacen con el poder en España se estudió su figura, e incluso su nombre se pone en el Congreso de los Diputados, se le nombra en el centenario, pero fue una figura un tanto olvidada. Ya a partir de los 90 surgieron algunas asociaciones que se encargaron de recuperar su memoria. Nosotros creamos el Círculo Cultural del Empecinado y damos a conocer su legado", expresa, detallando que colaboran con asociaciones históricas y colectivos diversos que recuerdan a Juan Martín.
Reto: que los restos del Empecinado vayan a Castrillo
El reto por delante es mantener viva la memoria de Juan Martín dando a conocer su figura, pero también prosigue su reivindicación para que los restos del Empecinado vayan a su pueblo. "Seguiremos tratando de que sus restos vayan a reposar con los de sus familiares. La idea era haber montado un elemento funerario en Roa en 1854, pero parece ser que no había suficiente economía, y se decidió que fuera a Burgos capital. Se depositaron primero en el Ayuntamiento, hubo un lío y se situó en la calle Fernán González", explica Moratinos, señalando que el principal personaje implicado en la muerte del Empecinado fue Domingo Fuentenebro, a quien el propio Juan Martín tuvo aprisionado en la Guerra de Independencia, pues eran enemigos.
Al respecto, el Ayuntamiento de Burgos "no ha estado ni está por la labor, de hecho considera que es patrimonio cultural de la ciudad, cuando los restos de un personaje no son patrimonio de nadie; si los restos se mueven tienen que ir a su pueblo". "Nosotros tenemos que hacer las cosas bien y en condiciones. Y si hace falta que medie la Junta de Castilla y León. En Castrillo del Empecinado queda su casa, la que compra en 1813, y el recuerdo y la memoria de él. Todos los vecinos se sienten muy orgullosos. Tenemos un aula y un centro de interpretación, y es lo que tenemos. Además de la estatua que preside la plaza", añade.
Descendencia directa del Empecinado no queda, pues de sus tres hijos solo uno tuvo a su vez descendencia -una hija-, y ahí quedó. De sus hermanos sí ha trascendido mucha familia, presente tanto en Castrillo, como en el resto de España o incluso con familia en el extranjero que ha llegado a contactar con Ignacio. También descendiente es Jonathan, que forma parte del Círculo Cultural del Empecinado en Burgos. "Los principios de Juan Martín que defendió como amor a la patria y la libertad deben seguir a la modo, como hace 200 años", asevera.
El espacio al completo puede reproducirse en el audio superior.

Jorge Alvarado
Periodista. Responsable Digital de la SER en Aranda. Presentador de Hoy por Hoy Peñafiel y El Banquillo...




