ASEBOR reclama a la Junta que cumpla el acuerdo suscrito en 2023 para reducir la burocracia a los viticultores
Recuerdan que “los convenios están para cumplirse” después de casi dos años esperando medidas que eviten duplicar los trámites
Imagen de archivo de viñedos en la RIbera del Duero / Cadena SER
Ribera del Duero
La asociación de bodegueros de la Ribera del Duero (ASEBOR) vuelve a alzar la voz para visibilizar los trastornos que causa la burocracia en la labor de los profesionales de la comarca.
Según explican en una nota de prensa, a instancias de ASEBOR, la Consejera de Agricultura selló con el Consejo Regulador, en diciembre de 2023, un convenio pionero para facilitar la tramitación administrativa a los 7.500 viticultores de la Ribera del Duero. Un acuerdo cuyo cumplimiento siguen esperando. “Es preciso y necesario que se aplique cuanto antes. No podemos seguir lastrando los problemas que genera la disparidad de información entre los distintos registros existentes”, defiende el presidente de ASEBOR, Iker Ugarte.
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Desde este colectivo detallan una carga burocrática con más de 25 sistemas y registros distintos, que obligan a repetir la misma información, generando errores y costes innecesarios. Para simplificar este sistema proponen tres medidas: la primera es la homologación oficial de WebBacchus, herramienta ya implantada en bodegas de la Ribera del Duero, que permitiría presentar declaraciones y libros de bodega directamente a la Junta y a RED SARA, evitando duplicidades. En paralelo, ASEBOR plantea la adaptación del Cuaderno Digital de Explotación (CUE) al viñedo, con un módulo específico, carga automática de datos y un régimen simplificado para pequeñas explotaciones. Asimismo, propone la unificación de registros y catastro, corrigiendo incoherencias entre REVI, SIGPAC, Catastro y el Consejo Regulador.
Ugarte se ha mostrado decidido a seguir exigiendo el cumplimiento del convenio suscrito hace casi dos años en todos los espacios donde la asociación de elaboradoras de la DO cuente con representación. “Las bodegas y viticultores tenemos que estar centrados en hacer buen vino, no podemos estar enterrados en papeles todos los días. Los convenios están para cumplirse”, reivindica.
Satisfacción por el desarrollo de misiones comerciales
Por otra parte, convencidos de que no basta con hacer grandes vinos, también hay que venderlos, la Asociación de Bodegas ribereñas continúa con su apuesta por las Misiones Inversas, un proyecto iniciado en 2011, que pretende tender puentes con países de interés donde no llega la promoción activa del Consejo Regulador Ribera del Duero. En cifras, en estos catorce años, las bodegas y ASEBOR han invertido, en abrir nuevos mercados internacionales, 1.651.899 euros. “Es una manera muy útil de abrir puertas de comercio a las bodegas asociadas”, afirma el presidente de Asebor, Iker Ugarte.
De esta forma, ASEBOR ha establecido lazos con países como Suiza, Noruega y Reino Unido, en Europa; Brasil, Canadá, Colombia, Panamá, México y Perú, en América; y China, Taiwán, Singapur, Japón y Dubai, en el continente asiático, y sin olvidar Estados Unidos, donde “todos los esfuerzos, tanto del Consejo Regulador como de ASEBOR, merecen la pena. Las bodegas seguimos abriendo camino”, señala consciente de que es una carrera de largo recorrido. “Con los aranceles de Trump, la inflación... no es un momento fácil, pero las bodegas tenemos que seguir siendo valientes”, asegura con confianza.
