El Prado devuelve a Ágreda el cuadro que una indiana regaló a Sor María de Jesús en 1656
Lo pintó José Juárez por encargo de la camarera de la Virreina que acabó siendo monja en el propio convento.
El cuadro tiene unas dimensiones de 10 metros por alto por 3 de ancho / Cedida
Soria
El convento de las Concepcionistas, que fundó Sor María de Jesús de Ágreda en el S. XVII, exhibe un espectacular cuadro que acaba de ser restaurado en el Museo del Prado.
El cuadro tiene unas dimensiones espectaculares, 10 metros de alto por tres de ancho. Lleva por título, 'Imágenes y apariciones de Nuestra Señora de Guadalupe', obra José Juárez, artista mexicano que pintó el lienzo en 1656.
"Es un cuadro muy especial porque imita un retablo, un tríptico. En el centro aparece la Virgen de Guadalupe y a ambos lados cuatro escenas de su aparición a Juan Diego", explica Débora Soriano, encargada de la Oficina de Turismo de Ágreda y guía en la localidad.
Lo curioso del lienzo es que el pintor realizó la obra por encargo de Francisca Ruiz, agredeña emigrada a Nuevo México y convertida en mecenas del convento agredeño, "una agredeña que se fue a Nuevo México como camarera de la Virreina y aya de su hija. El cuadro no fue su único legado al convento con el que mantuvo una gran relación, de hecho, a su vuelta a España ingresó como monja concepcionista en el convento de Ágreda".
Un convento fundado y gestionado por Sor María de Jesús de Ágreda, escritora mística, consejera de Felipe IV y a la que, curiosamente, se le atribuyeron procesos de bilocación a las mismas tierras en las que desempeñaba su trabajo Francisca, mecenas del convento agredeño.
Restaurado en el Prado
El lienzo se expone en la iglesia del convento de la Concepcionistas de Ágreda / Cedida
El lienzo se expone en la iglesia del convento de la Concepcionistas de Ágreda / Cedida
El cuadro es una de las primeras imágenes representativas de las apariciones de 'la Guadalupana' que llegan a España. Viajó en barco hasta España "probablemente con el lienzo enrrollado" para ir a parar al convento, donde se mantuvo, guardado entre los muros de la clasura, hasta que fue reclamado, cuatro siglos después, por el Museo del Prado.
"Lo pidieron para una exposición que se titulo 'Tan lejos, tan cerca. Guadalupe de México en España', y se lo llevaron. Al ver que necesitaba restauración, antes de la exposición lo restauraron", explica Débora.
Eso fue hace dos años. Ahora, una vez concluida la muestra en la gran pinacoteca española, el cuadro ha vuelto a casa. Pero ya no se quedará dentro de la clausura, sino en la iglesia del cenobio, donde se ha instalado en uno de su muros "es tan grande que ocupa prácticamente una de las paredes laterales del templo", para disfrute de agredeños y visitantes.

Eva Sánchez Ballesteros
Redactora de SER Soria. Presenta los informativos matinales y el Hora 14.




